Desde el 29 de octubre hasta el 15 de noviembre la Urna que contiene la reliquia de Don Bosco estará en peregrinación por las obras de la Inspectoría Santa María de la Asunción de Paraguay (PAR).
El padre Inspector Walter Jara ha dirigido una carta de motivación a toda la familia salesiana para acompañar la profundización y presencia de Don Bosco. La primera aproximación a Don Bosco, afirma, es encontrarlo como memoria de un padre y amigo, al estilo de los primeros salesianos y de los jóvenes del oratorio que querían conservar algún recuerdo para sentirlo presente.
Por lo tanto su presencia debe ser viva y edificante para que se pueda convertir en un signo de quien supo amar hasta dar la vida, pues Don Bosco, lo repetía: “He prometido a Dios que hasta mi último aliento será por mis queridos jóvenes”. El padre Jara insiste: “Es el paso de un padre que reclama que seamos verdaderos hijos y discípulos para mantenerlo vivo”.
Don Bosco no puede entenderse sino como padre: padre de los jóvenes, de los salesianos, de una gran familia. Por eso la urna con las reliquias recorrerá nuestra tierra Paraguaya pero irá igualmente a todo el mundo, así se convertirá en un signo universal que reúne a los hijos dispersos, dice el padre Jara.
Cuando estemos frente a estos signos podremos volver a decir con alegría y gratitud las palabras de uno de los primeros salesianos:”Hemos encontrado un padre, una familia y una hermosa misión”. Nuestra Inspectoría tiene que sentir a Don Bosco como el padre que renueva el trabajo por los jóvenes más pobres, abandonados y en peligro y nuestra fidelidad se convertirá en signo de fecundidad y de esperanza, concluye el padre Inspector.
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