lunes, 27 de septiembre de 2010

Servicio concreto a los demás es camino a la vida eterna, dice el Papa Benedicto XVI

Al presidir ayer al mediodía el rezó del Ángelus en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI dijo que el camino a la vida eterna, hacia Dios, es el amor, que no es un sentimiento sino el servicio a los demás en la caridad de Cristo.

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Ante miles de fieles presentes el Santo Padre se refirió al evangelio de este domingo sobre el rico y el pobre Lázaro: "el primero vive en el lujo y en el egoísmo y, cuando muere, acaba en el infierno. Mientras que el pobre, que se alimentaba con lo que caía de la mesa del rico, cuando muere es llevado por los ángeles a la morada eterna de Dios y de los santos".

Seguidamente el Papa recuerda: "‘Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios’, había proclamado el Señor a sus discípulos, pero el mensaje de la parábola va más allá, nos recuerda que, mientras estamos en este mundo, debemos escuchar al Señor, que nos habla mediante las Sagradas Escrituras, y debemos vivir según su voluntad. Pues, si no lo hacemos, después de la muerte será ya demasiado tarde para arrepentirse".

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El Papa resaltó luego que "esta parábola nos dice dos cosas: la primera es que Dios ama a los pobres y los eleva de su humillación. La segunda es que nuestro destino eterno está condicionado por nuestra conducta. Nos corresponde a nosotros seguir el camino que Dios nos ha mostrado para alcanzar la vida y esta senda es el amor, no entendido como sentimiento, sino como servicio a los demás, en la caridad de Cristo".

Al recordar que este lunes se celebra la memoria litúrgica de San Vicente de Paúl, Patrono de las organizaciones caritativas católicas y de cuya muerte se cumplen 350 años, el Papa evocó a este sacerdote que impulsado por el amor a Cristo dio vida a grupos de mujeres que entregaban sus propias vidas y sus bienes al servicio de los más marginados en la Francia del 1600.

En particular, Benedicto XVI recordó a Santa Luisa de Marillac, que junto con san Vicente fundó las Hijas de la Caridad, primera congregación femenina que vivió su consagración ‘en el mundo’, en medio de la gente, con los enfermos y necesitados.

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También el Papa Benedicto XVI señaló que "¡sólo el Amor con A mayúscula da la verdadera felicidad!"y puso como ejemplo de esta vivencia profunda a Chiara "Luce" Badano, una joven italiana fallecida a los 18 años tras una penosa enfermedad que fue beatificada el sábado en Roma en el Santuario del Amor Divino.

ppchiara190310 Al expresar su alegría por la beatificación de esta ejemplar joven en la que participaron los padres de Chiara, el Papa saludó al movimiento de los Focolares, cuya fundadora Chiara Lubich era la que llamaba Chiara Luce Clara Luz– a esta joven. Con motivo de su beatificación han llegado a Roma unos diez mil miembros de este movimiento, entre ellos numerosísimos jóvenes, provenientes de todo el mundo, señala Radio Vaticano.

Reiterando que ésta es una fiesta para los jóvenes, que pueden encontrar en la Beata Clara un ejemplo de coherencia cristiana y evocando sus últimas palabras de adhesión plena a la voluntad de Dios, cuando le dijo a su madre: "Mamá, adiós. Sé feliz porque yo lo soy", el Papa Benedicto invitó a alabar a Dios, "porque su amor es más fuerte que el mal y que la muerte" y a "agradecer a la Virgen María que conduce a los jóvenes, aún a través de las dificultades y los sufrimientos, a enamorarse de Jesús y a descubrir la belleza de la vida".

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En su saludo en español el Papa se dirigió de manera particular "al grupo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Vitacura, Chile, y al de los jóvenes de la Obra de la Iglesia. Invito a todos a que, guiados por la Palabra de Dios, llevéis adelante vuestro compromiso cristiano sin desfallecer, fortaleciendo en vuestros corazones los sentimientos de confianza y misericordia, a ejemplo de Jesús. Que la Santísima Virgen María os acompañe en vuestro camino. Feliz domingo".

Al final de sus palabras y en italiano, Benedicto XVI dijo: "queridos amigos, Dios mediante, el próximo jueves volveré a Roma, por ello, mientras auguro a todos un buen domingo, dirijo un cordial ‘adiós’ a la comunidad de Castel Gandolfo".