jueves, 13 de julio de 2023

A la atención de mis hermanos salesianos (sdb) A la atención de la Familia Salesiana.

 

Turín, 12 de julio de 2023


Mis queridos hermanos y hermanas: reciban mi saludo fraterno lleno de afecto sincero y sentido.


Después de la inesperada noticia (ante todo para mí), en la que el Santo Padre, Papa Francisco, anunciaba también mi nombre entre las 21 personas que había elegido para ser 'creados' Cardenales de la Iglesia en el próximo Consistorio del 30 de septiembre, se habrán sucedido en miles de personas la pregunta: ¿Y ahora qué sucede? ¿Y cómo queda la Congregación en un futuro próximo? Podéis comprender que esas mismas preguntas me las he hecho yo, al mismo tiempo que presentaba al Señor, en la Fe, este don que nos ha hecho el Papa Francisco como Congregación Salesiana y como Familia de don Bosco. No debe cabernos ninguna duda de cuánto nos quiere el Papa; de igual modo el Papa Francisco sabe cuánto lo queremos todos nosotros y cómo lo sostenemos, en lo posible, a través de nuestra oración y afecto.

A la media hora del anuncio que dio en el Ángelus del pasado domingo, 9 de julio, el Santo Padre me hizo llegar en mano una carta en la que me pedía que fuera a hablar con él en cuanto me fuera posible, a fin de acordar los tiempos necesarios en mi servicio como Rector Mayor para el bien, ante todo, de la Congregación. Él mismo me hablaba en dicha carta de la preparación del próximo Capítulo General.

En la tarde de ayer fui recibido por el Papa Francisco con un diálogo fraterno y de mutuo afecto y, ahora, me encuentro en la disposición de poder compartir con toda la Congregación Salesiana y nuestra Familia en el mundo, las disposiciones concretas 'según la voluntad del Santo Padre. Tales disposiciones son las siguientes:


Podremos adelantar un año el Capítulo General 29; es decir, que en el mes de febrero del año 2025 tendría lugar el mismo.

El Papa ha visto con buenos ojos, por el bien de nuestra Congregación, que después del Consistorio del día 30 de septiembre yo pueda seguir como Rector Mayor hasta el 31 de julio del 2024, es decir, hasta la conclusión de la sesión plenaria del Consejo General del tiempo estival europeo.

Después de esa fecha yo presentaré mi renuncia como Rector Mayor por haber sido llamado por el Santo Padre para el servicio que él me encomendará. Así me lo ha comunicado.

A tenor del artículo 143 de nuestras Constituciones, por el motivo de "cese en el cargo de Rector Mayor", al ser llamado por el Papa Francisco para otro servicio, el Vicario, don Stefano Martoglio, asumirá el gobierno de la Congregación hasta la celebración del CG29.


El Capítulo General 29 será convocado por mí, al menos un año antes de su celebración, tal como establecen nuestras Constituciones y Reglamentos (Regl. 111), y será el Vicario, don Stefano, quien lo presidirá.


En todo este tiempo seguiremos adelante con el programa establecido en la animación y gobierno de la Congregación, pero añadiendo el esfuerzo de todos los miembros del Consejo General y de algún visitador extraordinario nombrado por el Rector Mayor, a fin de realizar todas las visitas extraordinarias (incluidas las que corresponderían al año 2025). De este modo se podrá llegar al CG29 con una visión completa del momento presente de toda la Congregación.


De todos los demás elementos relacionados con el Capítulo General haré llegar la información detallada cuando se haga efectiva la convocatoria oficial del mismo.

Me resta decir, por último, lo que quizá muchos se pregunten ¿Qué me va a encomendar el Santo Padre? Todavía no me lo ha dicho, y entiendo que con tanto tiempo por delante eso es lo mejor. Sí pido a todos mis hermanos salesianos y a nuestra querida Familia Salesiana que sigamos intensificando nuestra oración. Ante todo, por el Papa Francisco. Esta fue su petición en el momento del saludo final. Nos pidió que rezáramos por el.


Y también les pido la oración por lo que viviremos en este año como Congregación y como Familia Salesiana. Ciertamente también les pido que recen por mí ante la perspectiva del nuevo servicio en la Iglesia que, como hijo de Don Bosco, acepto en obediencia, sin haberlo buscado ni deseado. Nuestro Amado Padre Don Bosco es testigo de esto ante el Señor Jesús.

Y desde aquí, desde la Basílica de María Auxiliadora, Ella, la Madre, nos seguirá acompañando. Creo, como Don Bosco en el sueño de los nueve años -del cual se cumplirá el próximo año el segundo centenario, que "a su tiempo lo comprenderemos todo". 

En nuestro Padre Don Bosco esto aconteció al final de su vida, ante el altar de María Auxiliadora en la Basílica del 'Sagrado Corazón de Jesús' que se había consagrado el día anterior, en aquel 16 de mayo de 1887. Lo ponemos todo en las manos del Señor y de su Madre.

Un saludo con inmenso afecto


P. Ángel Fernández Artime

Rector Mayor