martes, 1 de abril de 2008

Abrir la pastoral juvenil a la pastoral familiar, pide el Papa a los salesianos

Como la familia debe tener un papel activo en la educación de los jóvenes, es necesario abrir la pastoral juvenil a la pastoral familiar, advierte el Papa a los salesianos.


Punto de partida es la urgencia de «alimentar en el corazón de cada salesiano» la «pasión apostólica», apuntó Benedicto XVI al recibir este lunes en audiencia a los participantes -que representan a los casi 16 mil salesianos activos en 129 países-- del 29º Capítulo General que la Congregación fundada por San Juan Bosco está celebrando en Roma.

La gran cita salesiana se centra en el lema de su fundador, «Da mihi animas, cetera tolle» («Dame almas, quítame todo lo demás»), «síntesis de un modelo de acción pastoral» cuyo horizonte «es el primado absoluto del amor de Dios» que «plasma personalidades ardientes, deseosas de contribuir a la misión de Cristo», trazó el Santo Padre.

Junto a este ardor, «otra característica del modelo salesiano es la conciencia del valor inestimable de las "almas"», una «pasión apostólica» que «es urgente alimentar también hoy» en el corazón de cada miembro de la Congregación, señala.
Así, el salesiano «tendrá el corazón abierto para identificar las nuevas necesidades de los jóvenes y a escuchar su petición de ayuda» --apunta--, especialmente de «los más pobres material y espiritualmente».


El Papa exhorta a los salesianos a ayudar «ante todo a los jóvenes a conocer y amar» a Jesucristo, «a dejarse fascinar por Él, a cultivar el compromiso evangelizador, a querer hacer el bien a los propios coetáneos, a ser apóstoles de otros jóvenes».
De ahí su petición a la Congregación: «Que vuestro empeño sea formar laicos con corazón apostólico, invitando a todos a caminar en la santidad de vida que hace madurar discípulos valientes y auténticos apóstoles».

Benedicto XVI es consciente de que estos desafíos afrontan un contexto de «gran emergencia educativa», cuyo «aspecto más grave» es «la sensación de desaliento que se apodera de muchos educadores, en especial de padres y profesores».


De ello alertó en su reciente carta a la diócesis de Roma, que entregó idealmente también a los salesianos, a quienes este lunes reitera: «En la raíz de la crisis de la educación existe de hecho una crisis de confianza en la vida, que en el fondo no es sino desconfianza en el Dios que nos ha llamado a la vida».

En cualquier caso, «en la educación de los jóvenes es extremadamente importante que la familia sea un sujeto activo» --insiste el Papa--, si bien tantas veces «es incapaz de ofrecer su aportación específica» o incluso está «ausente» en esta tarea.
Por ello, «la predilección y el compromiso» típicamente salesianos «a favor de los jóvenes» «deben traducirse un empeño igual por la implicación y formación de las familias», pide el Santo Padre.


«Por lo tanto vuestra pastoral juvenil debe abrirse decididamente a la pastoral familiar» --indica a los religiosos--, seguros de que la dedicación a las familias no resta esfuerzo por los jóvenes, sino que lo hace «más duradero y más eficaz».
Estos retos señalan asimismo la necesidad de que la Congregación salesiana asegure especialmente «una sólida formación» que haga de sus miembros personas «de fe sólida y profunda, de preparación cultural actualizada, de genuina sensibilidad humana y fuerte sentido pastoral», sintetiza Benedicto XVI.


CREO ENTONCES QUE NUESTRO ESFUERZO POR CREAR LA PASTORAL FAMILIAR DE IGLESIA JOVEN ES UNA INSPIRACIÓN DE DIOS QUE VA POR BUEN CAMINO, OREMOS JUNTOS PARA QUE SUPEREMOS LAS ADVERSIDADES DE LA VIDA.