Benedicto XVI bendice a los árbitros de la final de la champions

El papa Benedicto XVI saludó hoy al término de la audiencia general en la plaza de San Pedro en el Vaticano a los tres árbitros que dirigirán la final de la Liga de Campeones entre el inglés Manchester United y el español Barcelona.

 
Los tres árbitros de nacionalidad suiza, Massimo Busacca y los asistentes Arnet y Burajina, conversaron por algunos minutos con Benedicto XVI después de la audiencia pública en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
Los jueces deportivos asistieron a la tradicional celebración de los miércoles desde la zona para las autoridades, donde se encontraba también la ex primera ministra británica Margaret Thatcher.

La capital italiana ha movilizado unos 10.000 policías, carabineros y agentes para garantizar el orden público ante el temor de que desaten enfrentamientos entre los hinchas.
Unos 50.000 seguidores, entre ellos 30.000 ingleses y 20.000 españoles, asistirán en el estadio Olímpico de Roma al "partido del año".

El rey de España Juan Carlos, el príncipe inglés William, hijo de Carlos de Inglaterra y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero llegaron a Roma para asistir al acontecimiento deportivo.

  
No ha sido confirmada oficialmente la presencia de Silvio Berlusconi, gran apasionado de fútbol, mientras el gran ausente será primer ministro inglés Gordon Brown, quien canceló el viaje por razones políticas.

Vivir intensamente pertenencia a la Iglesia, alienta el Papa Benedicto XVI

Al inaugurar ayer por la tarde el Congreso Diocesano de Roma, el Papa Benedicto XVI alentó a los fieles a vivir intensamente el sentido de pertenencia a la Iglesia, así como a experimentar su belleza, siendo testigos de la esperanza ante el mundo.

En su discurso ante los participantes del congreso titulado "Pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral", que pronunció en la Basílica de San Juan Letrán, el Santo Padre pidió a los movimientos eclesiales que trabajen en sintonía con su diócesis con un "verdadero sentido de pertenencia eclesial", y resaltó la necesidad de un redoblado compromiso de los laicos, que están llamados a ser "no solamente colaboradores del clero", sino a asumir las responsabilidades que les corresponden en la vida de la Iglesia.

Seguidamente precisó que son igualmente erradas la tendencia a identificar a la Iglesia con la jerarquía, olvidando que de ella forman parte todos, "desde el Papa al último bautizado", como la de concebir al Pueblo de Dios según interpretaciones sociológicas o políticas, olvidando la novedad de la Iglesia.

En esa línea el Santo Padre se refirió a los buenos frutos aportados por el Concilio Vaticano II y rechazó las corrientes interpretativas que lo consideran un punto de discontinuidad con la tradición de la Iglesia.

Benedicto XVI también se dirigió a los jóvenes, a quienes exhortó a "experimentar la belleza de ser Iglesia", en un mundo donde impera el individualismo y se debilita el sentido de pertenencia, y propuso la creación de grupos misioneros en los lugares de trabajo, donde las personas transcurren la mayor parte del tiempo. También reiteró la necesidad de una adecuada "pastoral del medio ambiente".

Finalmente el Papa recordó que ante los muchos bautizados que no sienten que forman parte de la comunidad eclesial y los pocos laicos que, aunque se profesen católicos, están dispuestos a trabajar en los diversos campos pastorales, es necesario que los párrocos favorezcan el crecimiento espiritual y apostólico de sus feligreses y a salir al encuentro de los romanos y de Roma.