lunes, 5 de abril de 2010

Debemos ser mensajeros de la caridad de Cristo, dice el Papa Benedicto XVI

Este medio día el Papa Benedicto XVI rezó el Regina Coeli, la oración mariana que durante el tiempo de Pascua sustituye el Ángelus, desde la ventana de sus palacio apostólico en Castelgandolfo, ante cientos de peregrinos que se dieron cita, y a quienes el Papa recordó que los cristianos debemos ser mensajeros de la resurrección de Cristo, de su victoria sobre el mal y la muerte, portadores de su amor divino.

876

Tras recordar que el lunes tras el domingo de resurrección es tradicionalmente llamado “Lunes del Ángel”, el Papa hizo un recorrido de las narraciones evangélicas con la presencia de uno o más ángeles ante la resurrección del Cristo.

“Todos los Evangelistas –dijo el Papa- precisan que cuando las mujeres se dirigen al sepulcro y lo encuentran abierto y vacío, es un ángel quien les anuncia la Resurrección de Jesús”.

875

Más adelante explicó también que “el Ángel de la resurrección hace referencia a otro significado. Tenemos que recordar que el término ‘ángel’, además de definir a los Ángeles, creaturas espirituales dotadas de inteligencia y voluntad, servidores y mensajeros de Dios, es también uno de los títulos más antiguos que se atribuyen al mismo Jesús”.

“Por ejemplo dice Tertuliano: ‘Él –es decir Cristo- también ha sido llamado «ángel del consejo», es decir anunciador, un término que denota un oficio, no la naturaleza. En efecto, debía anunciar al mundo el gran designo del Padre para la restauración del hombres”, agregó.

873

Así mismo resaltó que “Jesucristo, el Hijo de Dios, es también llamado el Ángel de Dios Padre: Él es el Mensajero por excelencia de su amor. Queridos amigos, pensemos ahora en lo que Jesús resucitados dice a los Apóstoles: ‘Como el Padre me ha enviado, así envió yo a vosotros’. Esto quiere decir que, como Jesús ha sido anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros lo debemos ser de la caridad de Cristo:  somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y la muerte, portadores de su amor divino”.

“Recibimos la misión de ángeles, mensajeros de Cristo, en el Bautismo y en la Confirmación. Y en modo especial mediante el sacramento del Orden los sacerdotes, ministros Cristo”, dijo también el Papa.

878

Finalmente el Papa pidió a la Virgen María nos “ayude a acoger plenamente la gracia del misterio pascual y a ser mensajeros valientes y alegres de la resurrección del Cristo”.

Seguidamente rezó el Regina Coeli, saludó a los presentes en diversos idiomas, e impartió su Bendición apostólica.

 

Cristo resucitado abre un nuevo futuro para la Iglesia dice el Papa el Domingo de Pascua

Al presidir ayer domingo por la mañana la solemne Eucaristía del Primer Domingo de Pascua, el Papa Benedicto XVI recordó que la resurrección de Jesús no opera como “magia”; pero si es interiorizada por el cristiano, es capaz de abrir un nuevo futuro para la Iglesia y el mundo.

934

A continuación, el íntegro de la homilía pronunciada por el Santo Padre este domingo en el Vaticano:

«Cantemus Domino: gloriose enim magnificatus est».

«Cantaré al Señor, sublime es su victoria» (Liturgia de las Horas, Pacua, Oficio de Lecturas, Ant. 1).

925

Queridos hermanos y hermanas:

Os anuncio la Pascua con estas palabras de la Liturgia, que evocan el antiquísimo himno de alabanza de los israelitas después del paso del Mar Rojo. El libro del Éxodo (cf. 15, 19-21) narra cómo, al atravesar el mar a pie enjuto y ver a los egipcios ahogados por las aguas, Miriam, la hermana de Moisés y de Aarón, y las demás mujeres danzaron entonando este canto de júbilo: «Cantaré al Señor, sublime es su victoria, / caballos y carros ha arrojado en el mar». Los cristianos repiten en todo el mundo este canto en la Vigilia pascual, y explican su significado en una oración especial de la misma; es una oración que ahora, bajo la plena luz de la resurrección, hacemos nuestra con alegría: «También ahora, Señor, vemos brillar tus antiguas maravillas, y lo mismo que en otro tiempo manifestabas tu poder al librar a un solo pueblo de la persecución del faraón, hoy aseguras la salvación de todas las naciones, haciéndolas renacer por las aguas del bautismo. Te pedimos que los hombres del mundo entero lleguen a ser hijos de Abrahán y miembros del nuevo Israel».

948

El Evangelio nos ha revelado el cumplimiento de las figuras antiguas: Jesucristo, con su muerte y resurrección, ha liberado al hombre de aquella esclavitud radical que es el pecado, abriéndole el camino hacia la verdadera Tierra prometida, el Reino de Dios, Reino universal de justicia, de amor y de paz. Este "éxodo" se cumple ante todo dentro del hombre mismo, y consiste en un nuevo nacimiento en el Espíritu Santo, fruto del Bautismo que Cristo nos ha dado precisamente en el misterio pascual. El hombre viejo deja el puesto al hombre nuevo; la vida anterior queda atrás, se puede caminar en una vida nueva (cf. Rm 6,4). Pero, el "éxodo" espiritual es fuente de una liberación integral, capaz de renovar cualquier dimensión humana, personal y social.

926

Sí, hermanos, la Pascua es la verdadera salvación de la humanidad. Si Cristo, el Cordero de Dios, no hubiera derramado su Sangre por nosotros, no tendríamos ninguna esperanza, la muerte sería inevitablemente nuestro destino y el del mundo entero. Pero la Pascua ha invertido la tendencia: la resurrección de Cristo es una nueva creación, como un injerto capaz de regenerar toda la planta. Es un acontecimiento que ha modificado profundamente la orientación de la historia, inclinándola de una vez por todas en la dirección del bien, de la vida y del perdón. ¡Somos libres, estamos salvados! Por eso, desde lo profundo del corazón exultamos: «Cantemos al Señor, sublime es su victoria».

1007

El pueblo cristiano, nacido de las aguas del Bautismo, está llamado a dar testimonio en todo el mundo de esta salvación, a llevar a todos el fruto de la Pascua, que consiste en una vida nueva, liberada del pecado y restaurada en su belleza originaria, en su bondad y verdad. A lo largo de dos mil años, los cristianos, especialmente los santos, han fecundado continuamente la historia con la experiencia viva de la Pascua. La Iglesia es el pueblo del éxodo, porque constantemente vive el misterio pascual difundiendo su fuerza renovadora siempre y en todas partes. También hoy la humanidad necesita un "éxodo", que consista no sólo en retoques superficiales, sino en una conversión espiritual y moral. Necesita la salvación del Evangelio para salir de una crisis profunda y que, por consiguiente, pide cambios profundos, comenzando por las conciencias.

939

Le pido al Señor Jesús que en Medio Oriente, y en particular en la Tierra santificada con su muerte y resurrección, los Pueblos lleven a cabo un "éxodo" verdadero y definitivo de la guerra y la violencia a la paz y la concordia. Que el Resucitado se dirija a las comunidades cristianas que sufren y son probadas, especialmente en Iraq, dirigiéndoles las palabras de consuelo y de ánimo con que saludó a los Apóstoles en el Cenáculo: "Paz a vosotros" (Jn 20,21).

610xCAN1KQIG

Que la Pascua de Cristo represente, para aquellos Países Latinoamericanos y del Caribe que sufren un peligroso recrudecimiento de los crímenes relacionados con el narcotráfico, la victoria de la convivencia pacífica y del respeto del bien común. Que la querida población de Haití, devastada por la terrible tragedia del terremoto, lleve a cabo su "éxodo" del luto y la desesperación a una nueva esperanza, con la ayuda de la solidaridad internacional. Que los amados ciudadanos chilenos, asolados por otra grave catástrofe, afronten con tenacidad, y sostenidos por la fe, los trabajos de reconstrucción.

610xCA0WFDFY1

Que se ponga fin, con la fuerza de Jesús resucitado, a los conflictos que siguen provocando en África destrucción y sufrimiento, y se alcance la paz y la reconciliación imprescindibles para el desarrollo. De modo particular, confío al Señor el futuro de la República Democrática del Congo, de Guínea y de Nigeria.

993

Que el Resucitado sostenga a los cristianos que, como en Pakistán, sufren persecución e incluso la muerte por su fe.

909

Que Él conceda la fuerza para emprender caminos de diálogo y de convivencia serena a los Países afligidos por el terrorismo y las discriminaciones sociales o religiosas.

905

Que la Pascua de Cristo traiga luz y fortaleza a los responsables de todas las Naciones, para que la actividad económica y financiera se rija finalmente por criterios de verdad, de justicia y de ayuda fraterna.

880

Que la potencia salvadora de la resurrección de Cristo colme a toda la humanidad, para que superando las múltiples y trágicas expresiones de una "cultura de la muerte" que se va difundiendo, pueda construir un futuro de amor y de verdad, en el que toda vida humana sea respetada y acogida.

959

Queridos hermanos y hermanas. La Pascua no consiste en magia alguna.

895

De la misma manera que el pueblo hebreo se encontró con el desierto, más allá del Mar Rojo, así también la Iglesia, después de la Resurrección, se encuentra con los gozos y esperanzas, los dolores y angustias de la historia. Y, sin embargo, esta historia ha cambiado, ha sido marcada por una alianza nueva y eterna, está realmente abierta al futuro.

911

Por eso, salvados en esperanza, proseguimos nuestra peregrinación llevando en el corazón el canto antiguo y siempre nuevo: "Cantaré al Señor, sublime es su victoria».

 

Vigilia Pascual, en el Ricaldone.

La Solemne VIGILIA PASCUAL, comenzó con la bendición del fuego, que fue pasando de mano en mano. PASA LA LLAMA…..

HPIM2296

HPIM2298

HPIM2299

HPIM2300

HPIM2310

HPIM2309

Con alegría recordamos que hace 25 años se llevo a cabo el PRIMER DIA CON CRISTO, el inicio de Iglesia Joven.

HPIM2311

HPIM2319

La bendición del agua bautismal.

HPIM2323

HPIM2326

HPIM2329

Las ofrendas de Pan y Vino.

HPIM2330

Al finalizar el equipo de acólitos que durante todo el Triduo participo.

HPIM2335

ADORACIÓN DE LA CRUZ, VIERNES SANTO.

Luego del Santo vía crucis se llevo a cabo la Adoración de la Cruz en el templo Santo Domingo Savio.

HPIM2267

HPIM2269

HPIM2273

HPIM2274

HPIM2275

HPIM2276