jueves, 25 de junio de 2009

Recordando a Don Rúa

1_13_4023_ Con una breve carta, dirigida a todos los Salesianos, el Rector Mayor Don Pascual Chávez anuncia oficialmente la celebración del centenario de la muerte del primer  sucesor de Don Bosco, el Beato Don Miguel Rúa.
El año conmemorativo tendrá inicio el 31 de enero del 2010 y se concluirá en la misma fecha del 2011, el día de la muerte de Don Bosco en 1888 "Don Rúa toma el lugar, para continuar el mismo camino recorrido por el Fundador".

Así, el 2010, como el mismo Don Chávez precisa, será para los Salesianos "una continuación del actual año jubilar;  ello nos ayudará a madurar ulteriormente nuestra vocación consagrada salesiana".

El Rector Mayor indica a los Salesianos tres "puntos de atención" para tener presentes  en las planificaciones espirituales y pastorales del próximo año, en los caminos personales, comunitarios e inspectoriales, prometiendo una siguiente Carta Pastoral de profundización.

Don Rúa, "discípulo fiel de Jesús sobre los pasos de Don Bosco", es para cada salesiano un modelo "para custodiar la fidelidad a la vocación consagrada", una fidelidad que necesita ser alimentada recogiendo "abundantemente en los manantiales de la vida del discípulo y del apóstol: la Sagrada Escritura, a través de la `lectio divina` y la Eucaristía".

El segundo "punto de atención" indicado por Don Chávez se inspira en el compromiso que Don Rúa asumió: "En Mirabello buscaré ser Don Bosco". Las Constituciones religiosas salesianas, a redescubrir en la importancia y en el espíritu, son un punto de referencia para ser hoy  Don Bosco, casi una visión ética que se pide a cada salesiano.

La última indicación parte de la pasión que el primer sucesor de Don Bosco tuvo por el "Da mihi animas". "La misión lo llamó a responder a las necesidades de los jóvenes y a encontrar los caminos pastorales aptos para llegar a ellos con el anuncio del Evangelio", el Rector Mayor precisa invitando a los salesianos a un compromiso de evangelización de los jóvenes solicitado por el último capítulo General 26 y por el tema del Aguinaldo para el 2010.

La celebración del primer centenario de la muerte de Don Rúa - precisa el Rector Mayor en su breve carta - tiene que ayudar a los salesianos a adquirir "la conciencia histórica que, desde la muerte  Don Bosco hasta nuestros días, la Congregación ha realizado un grande y significativo desarrollo, con progresos, reflexiones, relanzamientos, profundizaciones. La identidad de la Congregación se entiende mejor en efecto por su historia, conociendo las formas y las expresiones que ella ha asumido en los diversos momentos y lugares".

Fiesta del Rector Mayor: una mañana con el signo del gracias

Don Alberto Lorenzelli, Inspector de la Circunscripción Especial de la Italia Central (ICC) ha abierto la fiesta del Rector Mayor y con sentidas palabras ha acogido a los representantes de los diversos grupos de la Familia Salesiana, reunidos ayer, 24 de junio, en el teatro de la Parroquia Santa María de la Esperanza de Roma.

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En el centro de la sala se encontraba, el IX sucesor de Don Bosco, Don Pascual Chávez, circundado por los miembros del Consejo General y por los Inspectores de Italia que habían concluído el curso de formación. Estuvieron también presentes el card. Óscar Rodriguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa y titular de Santa María de la Esperanza; mons. José Angel Divassón Cilveti, Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho; Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora y numerosos salesianos y jóvenes.

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Don Adriano Bregolin, Vicario del Rector Mayor, ha dirigido a Don Chávez palabras de agradecimiento en nombre de los miembros del Consejo General, de la Congregación y de la Familia Salesiana. Llamado a asumir el rol de sucesor de Don Bosco, Don Chávez ha sabido encarnar diversos aspectos, de manera particular aquel de la "palabra" fuerte, profunda y eficaz. Don Bregolin ha recordado como, ya desde el inicio de su mandato, el Rector Mayor, con las Cartas Circulares, ha sido un protagonista de unidad, promotor de la misión apostólica salesiana y de un profundo redescubrimiento y reapropiación de la Vida Consagrada.

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Concluyendo, en nombre de todos los salesianos y miembros de la Familia Salesiana, don Bregolin ha dicho:  "Hoy estamos invitados a dar las gracias a Don Bosco que está en el cielo y al `Don Bosco` que está entre nosotros".

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"Quisiera dirigirme a Ud, como lo hacía Madre Mazzarello con Don Bosco", con esta imagen carismática Madre Reungoat ha introducido su breve intervención de agradecimiento por el sostén y el magisterio que Don Chávez ofrece al Instituto de las HMA, como lo ha hecho, en particular modo en el último Capítulo General de las Hermanas. "Le agradecemos Padre - ha precisado la Superiora de las HMA -  por habernos recordado que tenemos que conducir a los jóvenes a Cristo y, al mismo tiempo, que son ellos quienes nos ayudan a caminar hacia Dios".

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Los jóvenes han sido representados por Michele Zecchin, Coordinador nacional del Movimiento Juvenil Salesiano de Italia.

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Luego el Card. Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga tomando la palabra ha expresado, en nombre de los Cardenales y Obispos salesianos, el agradecimiento por el constante empeño de Don Chávez en la animación la Congregación Salesiana.

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El gracias y el reconocimiento se han hecho "Eucaristía", presidida por el mismo Rector Mayor, en la solemnidad litúrgica de la Natividad de San Juan Bautista;  numerosa la presencia, profunda la participación. La presencia espiritual de Don Bosco ha sido reforzada por la presencia de la urna que contiene la reliquia insigne de Don Bosco, que en estos días visita la parroquia de Santa María de la Esperanza.

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El primer pensamiento de Don Chávez, en su homilía, ha sido el de agradecer a Dios para haber dado Don Bosco, a la humanidad y a la Iglesia. Y dirigiéndose hacia la urna, casi hablando con el padre y el maestro de los jóvenes, el Rector Mayor ha agradecido a Don Bosco por cuanto ha hecho para los jóvenes más pobres y necesitados. Un Padre que ha sabido escuchar e intuir las necesidades de los jóvenes e intervenir defendiendo aquellos que eran sus derechos no respetados por la sociedad y, muchas veces también, por los mismos ministros de la iglesia.

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La herencia confiada a toda la Familia Salesiana - ha recordado Don Chávez - es dar a los jóvenes de hoy las mismas respuestas que Don Bosco dió a sus necesidades expresadas y no expresadas;  de tutelar a los jóvenes de hoy en sus derechos fundamentales, a menudo confusos con pseudos valores efímeros.

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El verdadero compromiso para un "salesiano", consagrado o laico, es sobre todo aquel de anunciar a Cristo a los jóvenes,  favoreciendo el encuentro personal;  la acción salesiana no puede limitarse sólo a aquella social, sino que tiene que ser, por su naturaleza misma evangelizadora.

Identificarse totalmente con Cristo, pide el Papa a presbíteros en Año Sacerdotal

Al referirse ayer en la Audiencia General de los miércoles al Año Sacerdotal que inauguró el pasado 19 de junio, el Papa Benedicto XVI resaltó que los presbíteros, a ejemplo de San Juan María Vianney y San Pablo, deben identificarse totalmente con Cristo, renovando además su aspiración a la perfección espiritual.

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El Pontífice explicó las razones por las que ha querido celebrar este especial Año Sacerdotal, en ocasión del 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, "que aparentemente no hizo nada de extraordinario". "La Providencia divina ha hecho que su figura se uniese a la de San Pablo. (...) Si los dos santos siguieron caminos muy diferentes,(...) existe sin embargo una cosa fundamental que los une: su identificación total con el propio ministerio, su comunión con Cristo", añadió.

Seguidamente el Santo Padre señaló que "el objetivo de este Año Sacerdotal es renovar en cada uno de los presbíteros la aspiración a la perfección espiritual, de la que depende en gran medida la eficacia de su ministerio. Asimismo, esta iniciativa servirá para ayudar a los sacerdotes y a todo el Pueblo de Dios a volver a descubrir y reforzar la conciencia del don de gracia extraordinario e indispensable que supone el ministerio ordenado para quien lo ha recibido, para toda la Iglesia y para el mundo, que sin la presencia real de Cristo estaría perdido".

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Para el Papa "en un mundo en el que la visión común de la vida comprende cada vez menos lo sagrado, donde la 'funcionalidad' es la única y decisiva categoría, la concepción católica del sacerdocio podría correr el riesgo de perder su consideración natural, a veces incluso dentro de la conciencia eclesial".

Benedicto XVI precisó luego que existen actualmente dos concepciones del sacerdocio, "que en realidad no se contraponen: una social-funcional que define la esencia del sacerdocio con el concepto de 'servicio' y otra sacramental-ontológica, que (...) considera que el ser ministro está determinado por un don concedido por el Señor a través de la mediación de la Iglesia, cuyo nombre es sacramento".

Tras preguntarse "¿qué significa evangelizar para los sacerdotes y en qué consiste el primado del anuncio?", el Papa resaltó que "el anuncio coincide con la persona misma de Cristo; (...) el presbítero no se puede considerar 'dueño' de la palabra, sino siervo".

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"Sólo la participación en el sacrificio de Cristo, en su 'chenosi', (...) y la obediencia dócil a la Iglesia, hace auténtico el anuncio. El sacerdote es siervo de Cristo, en el sentido de que su existencia, configurada a El ontológicamente, asume un carácter esencialmente relacional: es 'in' Cristo, 'per' Cristo y 'con' Cristo al servicio de los seres humanos. Precisamente porque pertenece a Cristo, el presbítero está totalmente al servicio de ellos", explicó el Santo Padre.

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Finalmente el Papa expresó su deseo de que "el Año Sacerdotal lleve a todos los sacerdotes a identificarse totalmente con Cristo crucificado y resucitado, para que a imitación de San Juan Bautista, de quien hoy celebramos la natividad, estén dispuestos a 'disminuir' para que Él crezca, y así, siguiendo también el ejemplo del Cura de Ars, perciban constantemente y en profundidad la responsabilidad de su misión, que es signo y presencia de la misericordia infinita de Dios".