martes, 31 de enero de 2012

La Dirección Espiritual

Es cuestión de humildad.

Para la edificación de una vida cristiana perfecta el fundamento indudable es la humildad. Por eso, cuando un religioso sigue camino de perfección, sujetándose a las reglas de una determinada Orden religiosa, obligándose a ellas con votos, y sujetándose a la obediencia de unos superiores, lo hace porque es consciente de la debilidad de su carne, y para neutralizar las grandes fuerzas contrarias del mundo y del demonio; es decir, profesa la vida religiosa fundamentalmente movido por una gran humildad. Sin esa humildad, no aceptaría el religioso sujetar su vida a tantos vínculos. No lo creería necesario para aspirar realmente a la perfección.

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Por eso, las Iglesias locales más humildes florecen en numerosas vocaciones religiosas, mientras que en las más soberbias se dará necesariamente una escasez extrema de tales vocaciones.

De modo semejante, en la búsqueda de la perfección cristiana, necesita el laico cristiano una gran humildad para sujetarse, incluso con ciertos vínculos obligatorios, a una determinada regla de vida personal o comunitaria, y a la guía de un director. Sin esta gran humildad fundamental, los cristianos procurarán tender hacia la santidad «por libre»: sin camino, a campo traviesa; sin ningún tipo de votos, impulsando uno a uno cada acto cada día; solo, sin compañeros de camino; sin guías, sin un superior o un director espiritual.

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Sin embargo, no ignoremos que, efectivamente, hay personas a las que así lleva Dios hacia la perfección, sin reglas, sin votos, sin directores, en esa situación tan pobre de ayudas. Esto es indudable. Pero pongamos también cuidado en saber que muchas veces quiere Dios conducir a aquellos cristianos que tienden fuertemente hacia la santidad más plena con ciertas reglas y votos, y con directores. Así lo ha enseñado la Iglesia reiteradamente, como veremos.

Reglas y votos: es cuestión de humildad. ¿Y dirección espiritual? Más humildad aún, si cabe.

«Esto tiene el alma humilde -dice San Juan de la Cruz-: que no se atreve a tratar a solas con Dios, ni se puede acabar de satisfacer, sin gobierno y consejo humano» (2 Subida 22,11).

Ya desde antiguo, ha sido convicción unánime en la Iglesia que la búsqueda de la perfección evangélica debe hacerse, si es posible, procurando la ayuda de un maestro espiritual.

La primera dirección espiritual que conocemos, en cierto modo institucionalizada, es la que se desarrolla en el monacato primitivo. Ya entonces por la dirección espiritual se busca en una persona idónea no sólamente instrucción, consejo y estímulo hacia la perfección, sino también, y casi más todavía, una guía que ayude a salir del propio juicio y voluntad. En efecto, el que busca la santidad teme más que nada verse «abandonado a los deseos del propio corazón» (Rm 1,24), y precisamente por eso procura sujetarse a la guía del director, un sacerdote, ministro del Señor, un senior, un abba, un anciano, un hombre experto en los caminos del Espíritu, a quien toma por conductor espiritual.

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Y este planteamiento, con modos y matices diversos -válido, por supuesto, también para los laicos-, se ha mantenido vigente en la búsqueda de la perfección cristiana hasta nuestros días.

Con tanta escasez de sacerdotes y con tantas necesidades pastorales apremiantes, fácilmente la dirección espiritual viene a considerarse como un lujo más bien superfluo, dentro del conjunto de los ministerios pastorales. Y eso un error muy grave. Jesucristo sólamente disponía de tres años para llevar adelante Él solo la obra entera de la implantación del Reino de Dios sobre la tierra. Y, sin embargo, sabemos que siempre distribuyó su actividad en círculos concéntricos -la muchedumbre, los setenta, los doce, los tres: Pedro, Santiago y Juan-, y que se entregó a formar a estos pocos con una dedicación muy especial de atención y de tiempo. Así nos consta por los Evangelios.

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Cualidades del director.

A los sacerdotes, generalmente, corresponde el ministerio pastoral de la dirección espiritual, pues por el sacramento del Orden, Dios los ha ungido y confortado especialmente para que, «en persona de Cristo Cabeza», puedan enseñar, guiar y santificar a los fieles (Vat.II, PO 2c). Pero también es cierto que a veces confiere el Señor este mismo carisma a religiosos no ordenados (el hermano jesuita San Alonso Rodríguez, portero en Mallorca de la casa de estudios de la Compañía, fue director de San Pedro Claver), a religiosas (maestras de novicias, como Santa Teresita), o a otros cristianos (como la terciaria Santa Catalina de Siena).

En todo caso, sean sacerdotes, religiosos o laicos, los directores espirituales necesitan tener ciertos dones naturales y espirituales, como es obvio, pues «si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo» (Mt 15,14). Por eso San Juan de la Cruz recomienda con tanto empeño al que va a tomar director espiritual «mirar en qué manos se pone, porque cual fuere el maestro, tal será el discípulo» (Llama 3,30-31).

Estas cualidades son:

  1. CIENCIA
  2. EXPERIENCIA
  3. ORACION
  4. DISCERNIMIENTO ADQUIRIDO Y CARISMATICO
  5. COMUNICAR LA PROPIA VIDA
  6. GUARDAR LA LIBERTAD DEL CRISTIANO EN LA DOCILIDAD AL ESPITITU SANTO

Actitudes principales del dirigido:

  1. VOLUNTAD FIRME DE SANTIDAD
  2. ESPIRITU DE FE PARA VER A CRISTO EN EL DIRECTOR
  3. SINCERIDAD
  4. OBEDIENCIA

Los jóvenes necesitan de esta experiencia cuando buscan en su vida el encuentro con Jesús a través de su vocación y de su proceso de formación.

Y no se deben de confundir puesto que una cosa es el acompañamiento espiritual y otra cosa es la dirección espiritual .

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La dirección incluye el acompañamiento, pero es bastante más que éste. En efecto, la dirección espiritual, en su sentido pleno y estricto, nace de una gracia especial de Dios, por la cual el cristiano se siente inclinado en conciencia a dejarse instruir y guiar por otra persona. El documento, por ejemplo, que he citado de León XIII, dice que en la dirección espiritual se da un cierto magisterio externo («quodam externi magisterii adiumento»), que Dios providente establece en favor de aquéllos que Él llama a un más alto grado de perfección, para que sean guiados por otros hombres («per homines perducendos constituit»).

San Francisco de Sales, en efecto, recomienda mucho a los laicos la dirección espiritual. En su Introducción a la vida devota, dedicada a la santificación de los seglares, tiene un precioso capítulo «de la necesidad de un conductor para entrar y hacer progreso en la devoción»:

«¿Quieres con más seguridad caminar a la devoción? Busca algún hombre virtuoso que te adiestre y guíe... Jamás hallarás tan seguramente la voluntad de Dios como por el camino de esta humilde obediencia, practicada y estimada en tanto por todos los antiguos devotos... Más ¿quién hallará este amigo? Los humildes, los que de verdad desean el crecimiento espiritual... Ruega, pues, a Dios con toda tu alma para que te dé un guía que sea según su corazón... Pondrás en él una gran confianza, mezclada de una sagrada reverencia, de suerte que la reverencia no disminuya la confianza y que la confianza no estorbe la reverencia. Confía en él con el respeto de una doncella para con sus padres, y respétale con la confianza de un hijo para con su madre. Esta amistad, en fin, ha de ser firme y dulce, santa, sagrada, divina y espiritual... Pídele a Dios [un guía], y habiéndole hallado, persevera con él, dando gracias a su divina Majestad, y no buscando otras novedades, sino irte siempre por el camino que tu guía te muestra, simple, humilde y confiadamente; y con esto harás un dichoso viaje» (I p., cp.4).

FIESTA DE DON BOSCO

En el año 1815 apareció un nuevo astro destinado a irradiar una luz benéfica para toda la humanidad: JUANITO BOSCO!!!


Nació de una familia humilde el 16 de Agosto de 1815 en un pueblito "Y Becchi... en Castelnuovo d'Asti (ahora Castelnuovo Don Bosco). Su santa madre "mamá Margarita" fue educándolo a la fe protegiéndolo de la prepotencia de su hermano mayor Antonio, que no quería que él estudiara...

El niño quedó huérfano por la muerte del padre, pero bajo el cuidado de la madre, fue creciendo en edad y en gracia como el niño Jesús, lleno de ansia de santidad y de apostolado.

Pequeñito ejercía la tarea de catequista en medio de los compañeritos, que reunía frente a la Iglesia transmitiéndoles lo que le enseñaba la mamá o lo que aprendía en los sermones del Párroco, y también divirtiéndolos con sus capacidades de pequeño saltimbanqui y de mago. Dotado de grande inteligencia, fue creciendo en el estudio: siendo pobre, fue alternando el estudio con el trabajo, para costearse los libros. Fue empleado en distintas actividades.

Tiene grande importancia el Sueño-Visión a los 9 años...
Vio un campo lleno de animales feroces, que al rato se transformaron en corderitos. Vio un campo lleno de niños y muchachos, que peleaban, blasfemaban... Indignado Juanito empezó a darles patadas y golpes a derecha y a izquierda. Pero el personaje que apareció lo paró de inmediato diciéndole:.." Juanito, no con golpes, sino con la bondad y la mansedumbre puedes transformar a estos niños y jóvenes en corderitos...". Juanito lloró, no sabiendo cómo hacer.

El Personaje le dijo: "...Juanito, yo te daré la la guía y la maestra"...

En el momento le apareció la Virgen vestida de blanco y de azul... Terminó el sueño: Juanito comprendió la misión a la cual lo destinaba Dios: salvar a la juventud... La Virgen Auxiliadora fue acompañándolo en la adolescencia hasta entrar al seminario de Chieri, hasta el sacerdocio (año 1840).

8 de Diciembre de 1841: se preparaba Don Bosco a rezar la Misa en la Iglesia de San Francisco de Asís. Un chico de 14 años (Bartolomé Garelli) estaba a la puerta de la sacristía mirando. El sacristán lo invitó a ayudar la santa Misa...El chico se excusa por no saber... el sacristán indignado fue a golpearlo con la caña de encender las velas y aquél se escapó. Don Bosco, que vio todo esto se entristeció y dijo.: "Qué has hecho!! es mi amigo...llámalo".... El niño lleno de miedo, regresó y Don Bosco lo trató con mucho cariño y le hizo muchas preguntas. Las respuestas fueron todas negativas: Era un pobre huérfano, no tenía casa, dormía detrás de la puerta de alguna iglesia o bajo los pórticos de Turín, y no sabía nada de religión... Don Bosco lo invitó a rezar con él una Ave María y lo invitó a volver con muchos otros compañeros. En ese momento nació la Obra del Oratorio.



Don Bosco no tenía lugar para el Oratorio y fue juntando a los chicos en cualquier terreno baldío de las afueras de Turín... Cada domingo era un problema por las protestas de los vecinos, que acudían a la policía. Pero un día se le presentó un enviado del Sr. Pirando, que le propuso la venta a buen precio de un tinglado.... Don Bosco lo compró en cuotas. Fue así la "Casa Pinardi"el primer oratorio estable, que fue creciendo de manera milagrosa hasta ser la casa madre de los salesianos con un complejo de grandes construcciones.



La Basílica de María Auxiliadora en Turín fue el monumento material de la gratitud de Don Bosco a la Virgen que "lo había hecho todo..." La construcción de ese maravilloso templo fue milagrosa. Cuando el constructor suspendió los trabajos por falta de pago, Don Bosco quiso pagarle: "Abra las manos...."....Don Bosco arrojó en las manos todo el dinero del monedero (0,40 centavos de aquellos). El constructor se puso pálido...."Esto, " dijo el santo "es lo que puede pagar el pobre Don Bosco, pero pronto lo hará la Virgen y mandará dinero no sólo para la construcción del templo, sino también mandará dinero para la construcción de un gran edificio, para niños pobres"..... y comenzaron los milagros.



Don Bosco quiso agradecer a la Virgen también con un monumento de piedras vivas, fundando con Santa María Dominga Mazzarello el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la rama femenina de la Obra de Don Bosco.

Don Bosco fue un predestinado, figura de primer plano en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Supo realizar una obra religiosa social de gran envergadura y con visión de futuro y sigue creciendo como árbol gigantesco, cuyas ramas se extienden en 124 países de los 5 continentes.



" Dotado de extraordinario talento y fina distinción, pudo ser un gran orador, un gran historiador, un gran estadista:... pudo ser... lo que se hubiera propuesto. Pero se quedó en ser...lo que Dios quiso que fuera:...el hombre que supo amar a todos y hacerse amar por todos...."
(Mons. M. Olaechea s.d.b. - Arzobispo de Valencia)

"Don Bosco es un hombre providencial. En toda su obra se descubre la mano de Dios"
(Papa León XIII)

"...un gigante de enormes brazos que ha logrado abrazar al mundo entero..."
(Cardenal Nina a León XIII)

"Don Bosco es un gigante de santidad. Conviví algunos días con él en los ya lejanos días de mi juventud, desde entonces supe que era Santo..."
(Pio XI)

"Cuando pienso en la obra de Don Bosco, pienso en la multiplicación milagrosa de los panes y peces"
(Mons. Fulton Scheen)

"!San Juan Bosco, su nombre es todo un poema de gracia y de apostolado. Desde una aldea de Piamonte ha llevado la gloria y los triunfos de la caridad de Cristo hasta los más lejanos confines de la tierra..."
(Beato Juan XXIII)

"Don Bosco es un hombre de leyenda..."
(Víctor Hugo)

Fue dotado de grandes dones naturales y sobrenaturales, como los grandes santos. Tuvo el don de profecía, el don de milagros. Se adelantó 100 años al Concilio Vaticano II y eso por su espíritu evangélico.

Don Bosco fue un soñador. A los 9 años Dios le manifestó su misión. Durante toda su vida soñó Oratorios, Colegios, Escuelas Primarias, Secundarias, Escuelas de capacitación laboral, Bachilleratos comerciales, Pedagógicos, Técnicos y Agrícolas, Industriales, Electrónicos, Residencias Universitarias, casas de Retiros Espirituales, Parroquias, Iglesias, Capellanías, Editoriales, Centros de Comunicación Social y misiones para los más desheredados en todas las naciones del mundo....

Soñó la Primera Misión Salesiana en la Patagonia.... Envió la primera expedición de misioneros, que llegaron a Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875 al frente del P. Juan Cagliero, (luego obispo y primer cardenal salesiano)

HOY SE CUMPLEN 121 AÑOS DE LA MUERTE DE DON BOSCO.





Al tiempo de la muerte de Don Bosco en 1888 existían 250 casas de la Asociación Salesiana en todo el mundo, que incluían a 130,000 niños, y de los cuales egresaban cada año 18,000 aprendices graduados. En la casa matriz Don Bosco había seleccionado a sus pupilos más brillantes, les enseñó Italiano, Latín, Francés y matemáticas, y esta banda formó un cuerpo de enseñanza para los nuevos hogares que crecían rápidamente en otros lugares. Hasta 1888 más de seis mil sacerdotes habían egresado de las instituciones de Don Bosco, de los cuales 1,200 permanecieron en la asociación. Las escuelas ofrecían desde las primeras instrucciones a los pequeños hasta, para aquellos que lo elegían, seminarios para el sacerdocio.

ELEVACIÓN DE LA ESTATUA DE DON BOSCO EN LA BASILICA DE SAN PEDRO, EL VATICANO.



DON RUA, PRIMER SUCESOR DE DON BOSCO, AL CENTRO, A SU LADO IZQUIERDO DON JUAN CAGLIERO, PRIMER OBISPO Y CARDENAL SALESIANO.



DON RUA IMPARTIENDO SU BENDICIÓN



DON RINALDI Y EL PEQUEÑO EGIDIO VIGANO(SUCESORES DE DON BOSCO, TERCERO Y SEPTIMO)



DON ZIGGIOTTI (QUINTO SUCESOR DE DON BOSCO)



DON EGIDIO VIGANO (SEPTIMO SUCESOR DE DON BOSCO) CON MADRE TERESA



DON FRANCESIA Y DON LEMOYNE



LUIS VARIARA (MISIONERO SALESIANO)





FELIZ FIESTA A TODOS Y BENDICIONES.

martes, 24 de enero de 2012

24 de Enero, DIA DE SAN FRANCISCO DE SALES


Últimos meses y muerte del Santo:

En 1622, el duque de Saboya, que iba a ver a Luis XIII en Aviñón, invitó al santo a reunirse con el en aquella ciudad. Movido por el deseo de abogar por la parte francesa de su diócesis, el obispo aceptó al punto la invitación, aunque arriesgaba su débil salud un viaje tan largo, en pleno invierno.

Parece que el santo presentía que su fin se acercaba. Antes de partir de Annecy puso en orden todos sus asuntos y emprendió el viaje como si no tuviera esperanza de volver a ver a su grey. En Aviñón hizo todo lo posible por llevar su acostumbrada vida de austeridad; pero las multitudes se apiñaban para verle y todas las comunidades religiosas querían que el santo obispo les predicara.

En el viaje de regreso, San Francisco se detuvo en Lyon, hospedándose en la casita del jardinero del convento de la Visitación. Aunque estaba muy fatigado, pasó un mes entero atendiendo a las religiosas. Una de ellas le rogó que le dijese qué virtud debía practicar especialmente; el santo escribió en una hoja de papel, con grandes letras: "Humildad".

Durante el Adviento y la Navidad, bajo los rigores de un crudo invierno, prosiguió su viaje, predicando y administrando los sacramentos a todo el que se lo pidiera. El día de San Juan le sobrevino una parálisis; pero recuperó la palabra y el pleno conocimiento. Con admirable paciencia, soportó las penosas curaciones que se le administraron con la intención de prolongarle la vida, pero que no hicieron más que acortársela.

En su lecho repetía: "Puse toda mi esperanza en el Señor, y me oyó y escuchó mis súplicas y me sacó del foso de la miseria y del pantano de la iniquidad".

En el último momento, apretando la mano de uno de los que le asistían solícitamente murmuró: "Empieza a anochecer y el día se va alejando".

Su última palabra fue el nombre de "Jesús". Y mientras los circundantes recitaban de rodillas las Letanías de los agonizantes, San Francisco de Sales expiró dulcemente, a los 56 años de edad, el 28 de Diciembre de 1622, fiesta de los Santos Inocentes. Había sido obispo por 21 años.

Después de su muerte:

A la misma hora en que falleció San Francisco de Sales, en la ciudad de Grenoble estaba Santa Juana de Chantal orando por él, cuando oyó una voz que decía: " Ya no vive sobre la tierra", pero era poca inclinada a creer en favores extraordinarios, no creyó que fuese un aviso de la muerte del santo. Cuando le llegaron con la noticia, comprendió que aquella voz era cierta y durante todo el día y la noche no podía parar de llorar la muerte del Santo.

El día 29 de Diciembre la ciudad entera de Lyon fue desfilando por la humilde casita donde había muerto el querido santo. Y era tanto el deseo de la gente de besarle las manos y los pies, que los médicos no lograban llevarse el cadáver para hacerle la autopsia.

-La hiel: Dice monseñor Camus que al sacarle la hiel la encontraron convertida en 33 piedrecitas, señal de los esfuerzos tan heroicos que había tenido que hacer para vencer su temperamento tan inclinado a la cólera y al mal genio y llegar a ser el santo de la amabilidad.

-Reliquias: Todos en Lyon querían un recuerdo del santo: sus ropas fueron partidas en miles de pedacitos para darle a cada cual alguna reliquia.

-El corazón: dentro de un estuche de plata fue llevado el corazón del gran Obispo al convento de las Hermanas de la Visitación en Lyon, y guardado allí como un tesoro.

-Expuesto al público: Una vez embalsamado, el cuerpo de Monseñor Francisco de Sales fue vestido con sus ornamentos episcopales y trasladado en un ataúd para sus funerales en la iglesia de la Visitación. Estuvo expuesto para veneración de los fieles por dos días.

Cuando la noticia llegó a Annecy, tomó a todos por sorpresa y después de un silencio general, todos lloraban a su querido obispo.

Inmediatamente que llegó su cadáver a Annecy y fue sepultado, empezaron a ocurrir milagros por la intercesión del santo, lo que llevó a La Santa Sede a abrir su causa de Beatificación en 1626.

¿Que sucedió el día que abrieron su tumba?:

En 1632 se hizo la exhumación del cadáver de Francisco de Sales para saber cómo estaba. Abrieron su tumba los comisionados de la Santa Sede acompañados de las monjas de la Visitación. Cuando levantaron la lápida, apareció el santo igual que cuando vivía. Su hermoso rostro conservaba la expresión de un apacible sueño. Le tomaron la mano y el brazo estaba elástico (llevaba 10 años de enterrado). Del ataúd salía una extraordinaria y agradable fragancia.

Toda la ciudad desfiló ante su santo Obispo que apenas parecía dormido. Por la noche cuando todos los demás se hubieron ido, la Madre de Chantal volvió con sus religiosas a contemplar más de cerca y con más tranquilidad y detenimiento el cadáver de su venerado fundador. Más a causa de la prohibición de las autoridades no se atrevió a tocarle ni a besar sus hermosas manos pálidas.

Pero al día siguiente los enviados de la Santa Sede le dijeron que la prohibición para tocarlo no era para ella, y entonces se arrodilló junto al ataúd, se inclinó hacia el santo, le tomó la mano y se la puso sobre la cabeza como para pedirle una bendición. Todas las hermanas vieron como aquella mano parecía recobrar vida y moviendo los dedos, suavemente oprimió y acarició la humilde cabeza inclinada de su discípula preferida y santa.

Todavía hoy, en Annecy, las hermanas de la Visitación conservan el velo que aquel día llevaba en la cabeza la Madre Juana Francisca.

San Francisco fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte.

En el 1878 el Papa Pío IX, considerando que los tres libros famosos del santo: "Las controversias"(contra los protestantes); La Introducción a la Vida Devota" (o Filotea) y El Tratado del Amor de Dios (o Teótimo), tanto como la colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de sabiduría, declaró a San Francisco de Sales "Doctor de la Iglesia" , siendo llamado "El Doctor de la amabilidad".

La tentación más frecuente

"La tentación más frecuente en las personas preocupadas por su progreso espiritual es que, bajo el pretexto de una influencia apostólica mas grande, el demonio les hace desear una ocupación distinta de la suya".
-San Francisco de Sales
Decía que las Visitantinas eran verdaderamente
"La obra de los Corazones de Jesús y María"