miércoles, 30 de abril de 2008

Solemnidad de la Ascensión del Señor

Don Ángel Orsenigo nos Escribe y recuerda:

Hola y buenos días a todos.

Les envió una breve reflexión para la fiesta de la ASCENCION que deberíamos celebrar mañana a los 40 días de PASQUA, pero que la Iglesia nuestra buena madre por consideración y para que la podamos vivir bien y en sintonía con los frutos del Resucitado, la ha trasladado para el Domingo 7 de Pascua.


También mañana es un día cargado de emociones y novedades:


1. Inicia el mes de Mayo, mes de nuestra Madre la Virgen Maria
2. Fiesta de san José Obrero patrono de los trabajadores
3. Día de asueto.
4. Jueves de la ASCENCION del SEÑOR al cielo.
5.Una invitación a que aprovechemos de santificarlo de una manera especial ( además jueves eucarístico).
6.Mañana recordamos el aniversario de ordenación sacerdotal de:

P.Adán Vásquez, P. Luis Ricardo Chinchilla, P. Luis Alberto Jinesta, y P. José Luis Ruiz.

Fiesta de la Ascención

ascencion

Sagrada Escritura: Primera: Hch 1-1-11; Salmo 46; Segunda: Ef 1,17-23;
Evangelio: Mt 28, 16-20

El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse. (1L) Esta afirmación de los Hechos de los apóstoles nos ofrece una síntesis profunda de la liturgia en la solemnidad de la Ascensión. Jesús sube al cielo con su cuerpo glorificado. Deja a los apóstoles una misión clara y comprometedora: Id y haced discípulos a todos los pueblos (EV). Se trata de ir hasta los confines de la tierra para que resuene el pregón de Dios. Se trata de anunciar sin descanso cuál es la altura, la anchura y la profundidad del amor de Dios, que se ha manifestado en Cristo Jesús. El apóstol será pues el hombre del “amor más grande”. El hombre consciente de que el Señor, que hoy asciende entre aclamaciones, volverá. ¡Volverá sin falta y lleno de Gloria!. Así pues, se trata en último término de comprender cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados (2L), comprender cuál es la herencia que Dios prepara a los que lo aman. Esta solemnidad de la Ascensión es pues un momento magnífico para examinar nuestro peregrinar en la vida, considerar que el Señor volverá para tomarnos consigo y que, por lo tanto, hay que reemprender con entusiasmo nuestras tareas cotidianas recuperando en ellas el valor de eternidad.

Mensaje doctrinal
1. Jesús resucitado es una grande esperanza para los apóstoles. Después de la experiencia traumática de la pasión, como hemos visto en los domingos precedentes, los apóstoles se encontraban desconcertados y atemorizados. Tenían temor de la actitud que tomarían los judíos en relación con ellos. No querían considerar su responsabilidad ante la misión que Cristo les había asignado. Todo este panorama empieza a cambiar cuando Cristo resucitado se hace presente entre los suyos y los confirma en su misión de testigos de la buena nueva del evangelio. Paulatinamente aquellos hombres paralizados por sus propios pensamientos y temores, empiezan a abrirse a la esperanza, empiezan a cobrar valor y decisión. Antes se encontraban incrédulos y ponían en duda el testimonio de las mujeres sobre la resurrección, ahora se les ve fieles y entusiastas por Cristo; antes se les veía tímidos y apocados, ahora se les ve llenos de vigor y seguridad. Es muy hermoso contemplar la actitud de estos hombres en sus encuentros con Cristo: a los discípulos de Emaús se les enardece el corazón y retornan presurosos sobre sus pasos para ser confirmados por los apóstoles y, a su vez, para proclamar la resurrección del Señor. Pedro se lanza al agua impaciente porque ha visto al Señor resucitado que lo espera en la orilla. María corre a anunciar a los apóstoles que el Señor ha resucitado.
En esta ocasión, el Señor resucitado los lleva a la montaña, lugar donde Él solía rezar y retirarse para estar a solas. Allí desaparece de su vista tras la nube. Ciertamente se trataba de una pérdida para los discípulos: habían terminado las apariciones del resucitado. Sin embargo, ellos empezaban a comprender que aquella ascensión era también una ganancia y ¡de qué precio!. Cristo asciende a los cielos para sentarse a la derecha del Padre y para prepararles un lugar como lo había prometido según el evangelio de San Juan que meditamos el domingo pasado.
Aquella nube que esconde el cuerpo de Cristo posee un profundo significado bíblico. En múltiples ocasiones en la Sagrada Escritura, la Gloria de Dios se manifiesta en forma de nube (Ex 16,10; 19,9 etc.). La nube fue la que se interpuso entre el campamento de los israelitas y el de los ejércitos egipcios que venían en su busca por el desierto. Esa nube era la que defendía a Israel y la que indicaba el momento de alzar el campamento y reemprender la marcha. El texto del Éxodo es muy significativo: Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche. No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche. (Ex 13, 21-22). Es pues, función de la nube “guiar” de día y “alumbrar” de noche. Pero es también la nube la que se aparece en el Sinaí y envuelve a Moisés con el misterio para recibir las tablas de la ley. La nube es símbolo de la cercanía de Dios: Dios está presente, se avecina y se deja sentir, pero al mismo Dios es trascendente, es santo, está por encima de los cielos. La nube es revelación y misterio. Es revelación y ocultamiento. Es una verdad que se revela ocultándose y se oculta revelándose.
Para los discípulos la Ascensión fue un evento determinante, un misterio de Cristo que dejó en ellos una experiencia profunda. El Señor que había convivido a su lado se encuentra a la derecha del Padre para interceder por ellos. El Maestro, hijo de María e Hijo de Dios, ha triunfado del mal, del pecado, de la muerte y de la infamia del diablo.

2. El Señor subió a los cielos y se sienta a la derecha del padre. Cristo con su cuerpo glorificado en la resurrección sube al cielo y se sienta a la derecha del Padre. Para nosotros hombres esto puede tener dos significados:
a) Él nos precede en nuestro peregrinar hacia la casa del Padre. La naturaleza humana de Cristo es llevada al cielo. El catecismo de la Iglesia Católica nos instruye sobre el particular: “El Cuerpo de Cristo fue glorificado desde el instante de su Resurrección como lo prueban las propiedades nuevas y sobrenaturales, de las que desde entonces su cuerpo disfruta para siempre (cf.Lc 24, 31; Jn 20, 19. 26). Pero durante los cuarenta días en los que él come y bebe familiarmente con sus discípulos (cf. Hch 10, 41) y les instruye sobre el Reino(cf. Hch 1, 3), su gloria aún queda velada bajo los rasgos de una humanidad ordinaria (cf. Mc 16,12; Lc 24, 15; Jn 20, 14_15; 21, 4). La última aparición de Jesús termina con la entrada irreversible de su humanidad en la gloria divina simbolizada por la nube (cf. Hch 1, 9; cf. también Lc 9, 34_35; Ex 13, 22) y por el cielo (cf. Lc 24, 51) donde él se sienta para siempre a la derecha de Dios (cf. Mc 16, 19; Hch 2, 33; 7, 56; cf. también Sal 110, 1)”; (CCI 659).
Jesucristo está sentado a la derecha del Padre. "Por derecha del Padre entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde el que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarnó y de que su carne fue glorificada" (San Juan Damasceno, f.o. 4, 2; PG 94, 1104C).
Así nosotros tenemos la viva esperanza de llegar también un día al cielo, allí donde Él reina, allí donde la cabeza del cuerpo ha llegado. El cristiano debe tener los ojos puestos en el cielo y los pies sobre la tierra. Es decir, debe tener una esperanza sólida y profunda en la vida eterna, pero debe dedicarse con empeño y abnegación a las tareas presentes. La amonestación de los ángeles a los apóstoles es elocuente: Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse. Los apóstoles deben dedicarse a “acelerar el Reino de Dios”, deben preparar la venida definitiva y gloriosa de Cristo Jesús.
b) En segundo lugar conviene subrayar que Él se encuentra en el cielo para interceder por nosotros. (Hb 9,24). Ésta es una noticia sumamente consoladora para el hombre que debe peregrinar sobre la tierra: tenemos en el cielo a Cristo glorificado que intercede por nosotros. Podemos tener confianza pues ante el trono de Dios. La consecuencia lógica de la exaltación de Cristo es la de ocupar nuestro tiempo sin tardanza, sabiendo que la gloria futura nos espera.
Quien comprende, iluminado por Dios, cuál es la esperanza a la que Dios nos llama, cuál la riqueza de la gloria que da en herencia a los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder (2L) vive de modo distinto. Da a su vida una dimensión de eternidad. Los momentos presentes se convierten en etapas maravillosas de un itinerario que conducen al amor eterno de Dios. Cristo, sentado a la derecha del Padre, reina eternamente y todo principado está puesto a sus pies y todo esto lo ha dado a la Iglesia, como Cabeza.

 

Sugerencias pastorales
Podemos pues decir que la misión del cristiano es “acelerar” la venida del Reino de Cristo para que Él sea todo en todos.
¿Qué puede significar para nosotros el “acelerar la venida del Reino de Dios?
a) Significa que debemos rezar junto a María, como los apóstoles, para esperar la venida del Espíritu Santo. En compañía de María, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia. Debemos consagrar a Dios por manos de María toda nuestra actividad, nuestras penas y tristeza, nuestras alegría y conquistas. Nunca jamás se ha escuchado que alguno no haya sido atendido al recurrir a María.
b) En segundo lugar, “acelerar la venida del Reino” significa despertar y avivar y dar cauce a todas las fuerzas espirituales y apostólicas que existen en nosotros. El Evangelio de Mateo que leemos este domingo es una invitación entusiasta a “predicar” a salir en busca de los hombres para anunciarles la buen nueva. El Papa ama llamar a los jóvenes: los centinelas de la mañana. Aquellos que vigilan, aquellos que anuncian la llegada de las buenas noticias, aquellos que ponen en alerta ante los peligros. El centinela debe estar alerta, debe estar despierto, debe estar activo porque la llegada del Señor es inminente. Hay una pintura de Gerrit von Hunthorst, pintor holandés del siglo XVII que muestra a Pedro recluido en una cárcel obscura. Parece cansado y sin fuerzas. Súbitamente se presenta el ángel liberador. Muestra su presencia juvenil y su robusto brazo e invita a Pedro, ya anciano y decaído a ponerse en pie y a salir de la obscuridad de la cárcel (Cfr Hc 12, 5 ss.). El Ángel lleva consigo una nueva noticia, un nuevo impulso, un nuevo proyecto de parte de Dios, porque la Palabra de Dios no puede permanecer encadenada. Pedro debe salir y confirmar a sus hermanos. Pedro debe seguir dando testimonio, debe, en algún modo acelerar la venida del Reino.

CONOCIENDO UN POCO MAS

Ascensión procede del latín ascéndere (ad + scendo), que significa subir y hace referencia a la subida o ascensión de Jesús al cielo después de su Resurrección.

Se celebra el jueves de la sexta semana de Pascua o el domingo siguiente. Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristi y jueves de la Ascensión. Es, y sobre todo ha sido ésta una fiesta de gran significado y solemnísima por tanto. La culminación de una gran obra, la sublimación de la propia naturaleza, el fijarse los más altos y nobles objetivos.

La Ascensión de Jesús a los cielos es la culminación, la apoteosis de la vida del gran protagonista de la religión cristiana. Es la que da sentido a toda Su vida y a toda Su doctrina. Es el final feliz del ambicioso proyecto del cristianismo diseñado para salvar a la humanidad en su esclavitud. La vida de Jesús en la tierra no termina con su muerte en la cruz, sino con la Ascensión a los cielos.

La Ascensión fortalece y alienta nuestra esperanza de alcanzar el cielo y nos impulsa constantemente a levantar el corazón con el fin de buscar las cosas de arriba. Si la vida de Cristo, como presagio de la vida de todo cristiano, no acaba en la Ascensión, se queda frustrantemente inacabada.

PARA NUESTRA REFLEXION

1)      La ASCENCION NO es una fiesta triste y melancólica. Mas bién, al partir hacia el cielo, Cristo comienza a comunicar el Espíritu Santo a sus apóstoles y los frutos son inmediatos:

a)      Jesus los reviste de fortaleza como les había prometido (cf. Evangelio de hoy)

b)      Ellos “se postraron ante él (adoración) y se volvieron con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios (alabanza)." (cf. Evangelio de hoy).

c)      Son hombres nuevos llenos de convicción sobre la realidad de Cristo, llenos de propósito.

2)      La ASCENCION es la fiesta de la entronización de Cristo. Sube al cielo y se sienta en Su trono a la derecha del Padre. 

a)   Jesucristo ejercita ahora soberanía sobre los suyos, dándoles la gracia para llevar a cabo su misión en este mundo.  A través de ellos su presencia se hace presente en la tierra.  

b)      Esta verdad es el fundamento de la nueva vida de los Apóstoles.

  c) Esta misma experiencia del Señorío de Jesús es expresada por Pablo quien nos dice que Cristo se elevó por encima de todo. Señor  “Kyrios”.  “puso todas las cosas bajo sus pies”. 

d)    Frente a Cristo debe doblarse  toda rodilla: en los cielos, la tierra y lo que está bajo la tierra  (Cf. Flp. 2,9)

3)      Jesús, entonces, lejos de separarse de nosotros nos ha unido a El para siempre.

a)    En Cristo, nuestra humanidad es elevada hasta Dios.

b)    Nosotros somos miembros de su Cuerpo, unidos a la Cabeza.

c)      Ya desde la tierra somos de su reino y no del mundo.

d)    Vivimos en la esperanza firme del cielo porque ya conocemos los primeros frutos.

e)   También la tierra es de Dios y todo ha ponerse bajo su señorío.

«Para ser colaboradores de la alegría de los demás, en un mundo con frecuencia triste y negativo, es necesario que el fuego del Evangelio arda dentro de nosotros, que en nosotros viva la alegría del Señor». Benedicto XVI

 

Un recuerdo .
Ciao.
Ángel Orsenigo sc.

HIMNO DE IGLESIA JOVEN

Quien fue el autor del Himno de Iglesia Joven?

Letra de MIGUEL MUÑOZ ACS
Aqui en la foto lo vemos en su etapa juvenil en 1985(es el muchacho morenito de lentes)

Aqui esta la fotografia completa donde podemos ver al primer Cenaculo General de Iglesia Joven en plena acción durante la PRIMERA ASAMBLEA INICIAL realizada el día SABADO 24 DE ABRIL DE 1985. En la parte de abajo se encuentra miguel participando como inicial.



Música de MARIO ALEJANDRO
En la foto lo podemos ubicar con la guitarra, esta fotografia es también de la PRIMERA ASAMBLEA INICIAL realizada el día SABADO 24 DE ABRIL DE 1985.





"Somos la voz, que va gritando en el desierto,
somos camino arreglado para Tí,
somos Tu Iglesia, Tu Nuestro Señor".
Hoy queremos, cantarte nuestro amor!

Yo se que soy un joven y comienzo andar la vida
quisiera en este mundo tantas cosas construir,
pero tu señor, me dices que tu amor, es instrumento
que tu guardas para mi.
...
TU IGLESIA SOY, Y ESTAMOS UNIDOS PARA TI,
TU VOZ SEÑOR, TU GRITO, MI GRITO DE AMOR.

TU IGLESIA SOY, Y ESTAMOS UNIDOS PARA TI,
TU VOZ SEÑOR, TU GRITO, MI GRITO DE AMOR.

"Somos Tu Palabra hecha Hombre, y caminamos,
por un mundo, que siembra su dolor.
Queremos nuestra luces, unirlas para Tí,
un millón de luces para Tí".

TU IGLESIA SOY, TU EVANGELIO QUEREMOS AL FIN LLEVAR,
TU VOZ SEÑOR, TU GRITO, MI GRITO DE AMOR.

TU IGLESIA SOY, Y ESTAMOS UNIDOS PARA TI,
TU VOZ SEÑOR, TU GRITO, MI GRITO DE AMOR.



Más fotos de la primera asamblea inicial, aqui vemos a un joven de apellido Kasamiquela luciendo con mucho orgullo la primera camiseta de Iglesia Joven la cual resalta el lema: UN MILLON DE JOVENES PARA XTO.



Iglesia Joven, Sus Inicios....



El Proyecto de
PASTORAL JUVENIL
Juvenil Salesiano
EN LINEA CatecumenaL

IGLESIA JOVEN

Inició sus actividades en la casa salesiana del Instituto Técnico Ricaldone en la República de El Salvador – Centro América, pensado simplemente para responder a la necesidad de los retiros del Colegio, en otras palabras nace para los alumnos del Ricaldone, pero también Dios hace la obra.




En abril de 1985, al mismo tiempo que en Roma,
después de la experiencia del encuentro de 1984,
los jóvenes, se reunían otra vez con el Papa
para celebrar el Año Internacional de la Juventud.

Iglesia Joven quiso ser en 1985, Año Internacional de la Juventud
y en el contexto de guerra civil que vivía la República de El Salvador donde nació, una respuesta de los jóvenes para los jóvenes que desde la fe recibida en el Bautismo se cuestionaban sobre el porque de la guerra, los sufrimientos, las injusticias, los atropellos, la sintomática eliminiación y desaparición, del otro.



La violencia y la muerte cuestionaban profundamente algunos de los jóvenes mas cercanos a la comunidad salesiana y a la iglesia,
Al mismo tiempo para algunos salesianos de la comunidad nos sentíamos continuamente desafiados en nuestra misma vocación y misión al ver a la mayor parte de los jóvenes sin una esperanza para seguir viviendo.
La capacidad de escucha de acogida y de participación a sus vidas y a sus experiencias nos llevó por el camino paciente y discreto de un encuentro con un núcleo de jóvenes con un gran deseo de comunicar “Jesús” viviendo su evangelio desde la radicalidad y la entrega en el anuncio de la Buena Noticia.

* El testimonio de fe coherente,
* el empeño por la justicia y
* el respeto por la dignidad de cada persona humana,
* la experiencia de amistad y fraternidad
vivida en las pequeñas comunidades juveniles,
* las acciones en la linea del evangelio de la caridad,
fueron los fuertes lazos de uniòn entre el nucleo animador, cenaculo y los catequistas-pastores y los demàs jóvenes invitados a iniciar el camino catecumenal con la celebración de la Asamblea Inicial de Iglesia Joven.

Esta inedita experiencia de reunir centenares de jóvenes para anunciarle
la Buena Noticia de Cristo,en medio de tantas malas noticias, en ocasiòn del
Año Internacional de la Juventud, fué abriendo nuevas perspectivas pastorales y nuevos caminos màs provocadores y comprometedores para la nueva evangelizaciòn de los jóvenes.

El 30 de marzo de 1997, domingo de Pascua el Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia de Obispos de Italia publicó un documento llamado:

“ La iniciación cristiana.: Orientaciones para el catecumenado de los adultos.”

La instituciòn del catecumenado en la iglesia del post-Concilio se formula en el Rito de la Iniciaciòn Cristiana de los Adultos (RICA) publicado el 7 de enero de 1972).
Según del codigo del Derecho Canònico en la iglesia se consideran adultos los que ya han cumplido los 14 años.




El Proyecto de Pastoral Juvenil catecumenal-Iglesia Joven, se ha preocupado de presentar: a los jòvenes lo que los documentos de la Iglesia han venido afirmando:

1 - Se trata de una oportunidad para realizar un camino de evangelización

“complementando la iniciaciòn cristiana con un espécifico fundamento en la aplicaciòn
del metodo y del estilo catecumenal… porque siendo bautizados desde ninos no han
recibido el sacramento de la confirmación o se están preparando para recibir el
sacramento de la eucaristía” (cfr, RICA, cap.IV y Catecismo de la Iglesia Católica, 1231).

2 - Ofrecer a un proceso formativo, siempre según el espìritu del catecumenado, a los jóvenes desde la edad de 16 años, que no tuvieron la posibilidad de una formación cristiana o que de hecho viven en la no credibilidad o simplemente al margen de ella.

El Papa Juan Pablo II habla de una “catequesis post-bautismal a manera de catecumenado, por medio de la propuesta de algunos elementos del RICA.
(cfr. Giovanni Paolo II, Exort. Apost. Christifideles laici,61 n.6)

3 - Favorecer una renovada catequesis, inspirada en el camino formativo del catecumenado.

El Sinodo de los Obispos del año de 1977 afirmò que “modelo de cualquier catequesis es el catecumenado bautismal” (cfr. Mensaje al pueblo de Dio,8)

La Conferencia de los Obispos de Italia en la carta enviada para la entrega del texto “Il rinnovamento della catechesi,7” se expresaban así:

"Necesitamos promover en nuestras comunidades una orgànica estructura de evangelizaciòn que comprenda itinerarios de catequesis que a partir del anuncio fundamental de la Palabra de Dios conducen los que se encuentran todavìa en los inicios de la fe y necesitan redescubrir el Bautismo"

Iglesia Joven es un Proyecto con procesos, etapas, niveles y pasos, que indican al catequista y al catequizando hacia dónde se camina y que es lo que tienen que hacer y vivir durante el camino.

Iglesia Joven es un Proyecto de Pastoral Juvenil, entendiendo por pastoral el "conjunto de acciones que la comunidad ecclesial, animada por el Espiritu de Jesús, lleva a cabo para la realización en el tiempo del proyecto de salvación de Dios".
Se trata de una pastoral juvenil en cuanto que los jóvenes son el lugar donde la comunidad desea evangelizar-catequizar-educar, llevar hacia la salvación que ofrece Cristo mismo crucifijado y resucitado.
(Dios te ama y en Jesucristo puedes encontrar el camino para la verdad y la vida. ChL.34).

El lugar de la acción pastoral es la vida ordinaria de los jóvenes más pobres y abandonados, los últimos, sobre todo aquellos que no han todavia recibido el primer anuncio del mensaje de salvación aùn habidno sido bautizados desde pequeños.

Iglesia Joven es un Proyecto de Pastoral Juvenil en Linea Catecumanenal
en cuanto que cada joven solicita libremente y voluntariamente conocer el Evangelio,recibir la catequesis y ser acompañado paso a paso en la iniciación y en el crecimientos de la vida cristiana, por un periodo de tiempo determinado (seis años) por otro joven catequista.

El joven catequista fué a su tiempo catequizado
- ha escuchado y acogido el don de la fe en la palabra de Dios
- ha sido llamado por la comunidad, a participar en el grupo de aquellos que han tomado el compromiso de "ser evangelizadores de los jóvenes "(AA.12)

2. Por qué este Proyecto de Pastoral Juvenil.

Una gran mayoria de los jóvenes, si bien han oido hablar de la Iglesia viven lejo de ella o no conocen en su totalidad los beneficios del Evangelio, y de realizar un camino de evangelización.

La Iglesia, inmersa y comprometida en la tarea de la nueva evangelización, requiere de un plan especifico para llevar la evangelización a los jóvenes por medio de los mismos jóvenes.

¡Salve Iglesia Joven, esperanza de América Latina! (Juan Pablo II, Santo Domingo,12 de octubre de 1984).

La presencia de la iglesia entre los jóvenens es una exigencia y, a la vez, condición para la evangelización de los jóvenes.
La Iglesia debe evangelizar desde dentro (cf.EN 18),
Esto brota de la lógica del misterio de la Encarnación del hijo de Dios (cf. EN 13 y 18),
y los jóvenes "deben convertirse en los inmediatos apóstoles de los jóvenes" (AA 12)

La Iglesia ama a los jóvenes y sabe que cuando ellos buscan y quieren construir su futuro (cf.Puebla 1.206ss) la necesitan como la misma Iglesia necesita de los jóvenes para seguir construyendo la Iglesia.

Es este proyecto actual?, es decir que si reponderá a las necesidades que los jóvenes en la actualidad tienen?, sin lugar a dudas yo digo que SI, pero también es menester de todos y todas hacerlo realidad