lunes, 15 de febrero de 2010

Estamos aquí para celebrar la "vida"

La Familia Salesiana de Haití ha sido la principal destinataria de las actividades que el Rector Mayor ha desarrollado ayer, 14 de febrero, tercer día de viaje en una tierra y en una ciudad castigadas, desafortunadamente, por el terremoto del 12 de enero.

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"¡Estamos aquí para celebrar la vida, no la muerte! ha sido la exhortación con la que Don Chávez ha introducido la homilía en el VI domingo del año. La iglesia de "San Juan Bosco" de Pétion-Ville, en su interior y en el patio externo, fue colmada de personas. Comentando las lecturas de la Liturgia, el Rector Mayor ha recordado a los miembros de la Familia Salesiana que Cristo ha Resucitado y que de la muerte ha renacido la vida. ¡El hombre que confía en Dios sabe también que una tragedia desmesurada como aquella del terremoto de hace un mes no puede ser la última palabra! "Haití tiene que renacer - ha afirmado Don Chávez - con la colaboración de todos".

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Ha continuación se ha realizado una fiesta en el patio adyacente a la iglesia, animada por algunas coreografías del grupo juvenil de Pétion-Ville. "Es este el encuentro más importante de mi visita - ha dicho el Rector Mayor hablando a los representantes de los grupos de la Familia Salesiana.  ¡Os pido de contribuir directamente al renacimiento de Haití!".

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La prioridad indicada es la educación, sobre todo aquella escolástica. "Con una sana educación es posible evitar que muchos jóvenes, sin puntos de referencia, sean víctimas del mal y de las organizaciones delectivas. ¡Si no intervenimos enseguida estos jóvenes en vez de ser un recurso para un nuevo Haití, se convertirán en un problema!". El segundo paso indicado por el IX sucesor de Don Bosco es la Pastoral Juvenil:  "hace falta reorganizarla y elevarla en la calidad de su propuesta, sobre todo bajo el perfil de la evangelización".

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Tres son por lo tanto los puntos de referencia y las convicciones que según Don Chávez debe asumir la Familia salesiana de Haití:  confianza en los jóvenes, en la educación y en el Sistema Preventivo. "¡Tenemos que transformar esta tragedia en una oportunidad de rehabilitación, de resurrección!".

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A las palabras del Rector Mayor ha hecho eco la breve intervención de mons. Louis Kébreau, salesiano, arzobispo de Cap-Haitien y Presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, que ha agradecido el mensaje y la exhortación del sucesor de Don Bosco. ¡La emergencia en Haití todavía no ha concluído! ¡El silencio de las autoridades locales y los intereses internacionales amenazan con arrastrar esta parte del Caribe a una situación de pobreza y dependencia más intensa que antes del 12 de enero!

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En las primeras horas de la tarde Don Chávez se ha trasladado a la sede de la Inspectoría de las Hijas de María Auxiliadora;  le ha dado la bienvenida la Inspectora, sor Marie Claire Jean, numerosas hermanas y las jóvenes huérfanas que viven en la casa. Después de haber asistido a algunas danzas realizadas por las niñas, ha recibido en regalo un cuadro, luego el Rector Mayor ha dejado a todas la receta para la felicidad:  tener confianza en ellas mismas, en la educación que reciben con tanto amor de las Hijas de María Auxiliadora, y tener como amigos a Jesús y María.

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Hablándoles a las Hijas de María Auxiliadora, Don Chávez ha remarcado la exhortación hecha por la mañana:  "¡hace falta arremangarse e intervenir enseguida en el ámbito de la educación!". También a las hermanas el Rector Mayor ha dejado tres compromisos:  "creer en lo que somos: religiosos llamados por Dios;  creer en lo que hacemos con nuestro trabajo educativo;  ¡y creer en el Sistema Preventivo!".

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La tarde se ha concluído con el encuentro con el Nuncio Apostólico de Haití, mons. Auza Bernadito. Observando el panorama de la ciudad de Port-au-Prince desde la sede de la Nunciatura, mons. Bernadito ha revivido los momentos trágicos del terremoto. ¡Se veía una gran nube anaranjada que luego se convertía en  gris, haciendo intuir el tamaño del drama!". Actualizando el rostro de la iglesia local después del sismo, el Nuncio ha relatado algunos episodios sobre la supervivencia y, desafortunadamente también  sobre la muerte de algunas personas de la vida pública, religiosa y ordinaria de la ciudad.

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También para la Iglesia haitiana la prioridad es aquella de la educación. El Rector Mayor, compartiendo esta urgencia, ha renovado el compromiso que los Salesianos desean asumir para el renacimiento y el rescate de la gente de Haití. Un compromiso  que tiene que involucrar ciertamente a las diversas realidades eclesiales.

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Una jornada donde se han mezclado notas de alegría y notas de dolor. Un día durante el cual las excavadoras de la Protección Civil italiana han continuado excavando entre las ruinas de Enam en la búsqueda de los cuerpos de los 150 alumnos.

La revolución traída por Cristo es la revolución del amor

Miles de fieles y peregrinos se dieron cita ayer al medio día en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana recordó que la verdadera "revolución" necesaria para el ser humano es aquella traída por Cristo: la revolución del amor y basada sobre su Cruz y su Resurrección.

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“El año litúrgico es un gran camino de fe que la Iglesia realiza siempre presidida por la Virgen Madre María”, dijo el Pontífice, al meditar sobre el pasaje de las bienaventuranzas.

El Santo Padre recordó que éstas “se basan en el hecho de la existencia de la justicia divina que eleva a quien ha sido humillado y abaja a quien es exaltado”.

“Esta justicia y esta bienaventuranza se realizan en el Reino de los Cielos que tendrá su realización al final de los tiempos pero que ya se manifiesta en nuestra historia. Ahí donde los pobres son consolados ahí se manifiesta la justicia de Dios.

"Es esta la tarea que los discípulos del Señor están llamados a realizar en la sociedad actual”, continuó el Papa.

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Más adelante recordó el Mensaje para la Cuaresma de este año, dedicado al tema de la justicia. “El Evangelio de Cristo –dijo- responde positivamente a la sed de justicia del hombre, pero en modo inesperado y sorprendente".

"Jesús no propone una revolución de tipo social y político, sino la revolución del amor, que ya ha realizado con su Cruz y con su Resurrección”.

Finalmente el Santo Padre invitó a dirigirse a María, dejándose guiar por Ella “en el camino de la Cuaresma, para ser liberados de la ilusión de la autosuficiencia, reconocer que tenemos la necesidad de Dios, de su misericordia, y entrar así en su Reino de justicia, de amor y de paz”.

Horas antes, a las 10:00 a.m. -hora de Roma- el Pontífice visitó el hospicio para indigentes "Don Luigi Di Liegro", ubicado cerca de la estación de tren "Termini" de Roma; donde recordó que la Iglesia descubre en cada uno de los necesitados "el rostro de Cristo".

 

Visita del Papa Benedicto XVI a sus seminaristas es un privilegio, dice Rector

Con ocasión de la visita  del Papa Benedicto XVI al Seminario Romano Mayor la tarde del pasado viernes, el Rector de este centro de estudios, Mons. Giovanni Tani, explica que "la presencia del Papa es un privilegio, ya que viene entre nosotros como Obispo de Roma en su seminario".

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Esta visita que hace el Santo Padre al Seminario Mayor en la fiesta de la Virgen de la Confianza tiene como novedad la reunión con los casi 200 alumnos de los cinco seminarios de Roma: el Seminario Romano Mayor, Seminario Romano Menor, Almo Collegio Capranica, Colegio Diocesano Redemptoris Mater y Seminario de la Madonna del Divino Amore. En esta visita el Santo Padre rezará una lectio divina con ellos y compartirá también la cena.

En entrevista concedida a L'Osservatore Romano, Mons. Tani indicó que en su seminario "hay alumnos de otras diócesis de Italia y del mundo. Tenemos 44 estudiantes no italianos, que vienen de Argentina, Haití, países europeos y del sudeste asiático", para un total de 86 alumnos.

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Seguidamente explicó algunas novedades. A partir del próximo año "los alumnos tendrán un año pastoral, es decir un periodo durante el cual, incluso antes de haber recibido la ordenación diaconal, cuatro días a la semana, de jueves a domingo, servirán en diversas parroquias de la ciudad. Esto servirá para hacer una experiencia de transición entre el seminario y la parroquia y para conocer a los párrocos, quienes también estarán involucrados en el discernimiento haciendo conocer la realidad eclesial".

Otra novedad, dijo, será la "subdivisión de la comunidad en pequeños grupos. Las clases serán acompañadas por un formador que estará en contacto cotidiano con los alumnos. Una clase tendrá durante dos años el mismo educador para la filosofía y por tres años otro para la teología. Este proyecto busca favorecer un conocimiento más profundo de los estudiantes, para ofrecerles consejo y las ayudas que necesiten de modo más apropiado".

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Al hablar de los obstáculos que tiene un joven que decide ingresar en el seminario, Mons. Tani indicó que uno muy importante a tener en cuenta es el subjetivismo que ha de ser superada con una "fe más sólida, más basada en la roca que es Cristo" para evitar girar en torno "al propio sentir".

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"Es importante reconocer que además de oírse uno mismo, es necesario confiarse a la Iglesia, a la ayuda del padre espiritual, es decir a quien esté en capacidad de indicar de manera más objetivo el camino por donde avanzar", concluyó.