jueves, 10 de enero de 2008

Más de los Jesuitas



A solicitud de varios amigos amplio un poco esta información.

Una Congregación General (CG) en la Compañía de Jesús es una reunión convocada para tratar dos asuntos fundamentalmente: la elección de un nuevo P. General y el estudio de determinadas cuestiones que requieren la presencia del conjunto de la Compañía. Constituye el equivalente a los Capítulos generales de otras órdenes e institutos religiosos.

La CG presidida por el P. General posee la máxima autoridad en la Compañía. Tiene la potestad de promulgar leyes, cambiarlas o interpretarlas correctamente. Es por ello el mayor órgano legislativo y los textos que aprueba afectan a toda la Compañía y sólo pueden ser cambiados por otra CG. Reciben el nombre de decretos.

Se reúne en Roma, por ser la ciudad en la que reside el Santo Padre, en la curia de la Compañía de Jesús. Solamente una vez en la historia se ha celebrado en otro lugar, en concreto fue en Loyola en 1892 y a petición del Papa León XIII, por las dificultades que entonces atravesaba la Iglesia. Allí, la CG 24 eligió como Prepósito General al P. Luis Martín.


Cuándo se reúne la CG

Las reglas de las órdenes religiosas anteriores a la Compañía determinaban una periodicidad fija para la reunión de este órgano legislativo. Pero no es éste el caso de la Compañía. S. Ignacio pensaba que la Compañía sólo debía reunirse movida por la estricta necesidad, ya que el obligado desplazamiento de muchos jesuitas procedentes de todo el mundo y el largo tiempo que debían pasar reunidos, suponían un esfuerzo que no debía repetirse con frecuencia. En la práctica esto ha significado que a veces la CG no se reuniera en muchos años –hasta treinta años entre la CG 7 y la CG 8–. Por ello, en varias ocasiones se ha solicitado la celebración periódica de estas reuniones, una posibilidad que siempre ha sido rechazada por la propia CG, lo cual no quiere decir que, dada la mejora de las comunicaciones y la facilidad de los viajes, esta demanda no se repita en el futuro.

La mayor parte de las veces, la CG se ha reunido para nombrar a un nuevo Padre o Prepósito General. El P. Kolvenbach es el 29º de la historia. En la próxima CG 35 se elegirá al 30º, lo cual quiere decir que únicamente en cinco ocasiones se ha reunido la Compañía en CG sin estar obligada por la elección de un nuevo P. General. Algunas de estas ocasiones son muy recientes: en 1975, cuando tuvo lugar la CG 32 y en 1995, con la CG 34. No es raro que esto haya sido así, pues un mundo crecientemente globalizado demanda una mayor coordinación y cultivo de la unión, más todavía cuando la dispersión geográfica y el origen de los jesuitas han aumentado de forma notable en los últimos años.

Tampoco la duración de la Congregación está decida de antemano. Se alarga cuanto sea necesario para el tratamiento de los temas previstos o que van surgiendo a lo largo de la misma.


Quién toma parte

Una vez convocada la CG por el P. General, o en su ausencia, por el Vicario General –su sustituto en caso de muerte o de incapacidad del General–, se celebran las Congregaciones provinciales en todas las Provincias. Las Provincias son regiones geográficas administrativas a cuya cabeza se sitúa un jesuita profeso –con los cuatro votos: los tres propios de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, y el de obediencia al Papa–. El Provincial es directamente dependiente del P. General y a su cargo se encuentran todos los jesuitas de dicha Provincia.

Los jesuitas convocados a estas Congregaciones provinciales –algunos por la función que desempeñan y la mayoría por votación de los propios miembros de la Provincia– eligen a los que asistirán a la CG, y que reciben el nombre de electores. Éstos, junto con el Provincial, serán los jesuitas que acudan. El número de electores de cada Provincia depende del número total de jesuitas que haya en ella, pues hay Provincias muy pequeñas, con menos de cincuenta personas, y otras con más de seiscientas. En todo caso, siempre asiste un elector de cada Provincia y nunca más de seis.

En estas mismas Congregaciones provinciales se proponen algunos temas para que sean tratados por la CG y que se consideran de importancia para el conjunto de la Compañía. Están formulados en forma de petición a la Congregación, para que ésta los estudie y, llegado el caso, tome una postura en relación a ellos. Se denominan postulados. De alguna manera, el conjunto de los postulados procedentes de las Provincias señalan en la práctica la agenda de la CG, si bien ésta es soberana a la hora de decidir por dónde orienta sus debates.


Las Congregaciones más recientes

No es posible aludir a la próxima Congregación sin antes referirnos brevemente a las más recientes, que han tenido una repercusión muy importante en la vida de la Compañía.

En 1965 se celebró la CG 31, en la que se eligió P. General a Pedro Arrupe. La Iglesia se encontraba al final del Concilio Vaticano II y vivía entonces la necesidad de adaptar la Vida Religiosa a los nuevos tiempos que señalaba el Concilio. Se trataba de la renovación o aggiornamento de la Iglesia. Esta Congregación jugó un papel clave en dicha adaptación conciliar por parte de la Compañía. Aprobó 52 decretos, una cantidad no superada después, y duró cinco meses, con dos sesiones separadas varios meses entre sí. Con esta CG comienza la tendencia a redactar los decretos de modo que constituyan documentos inspiradores que animen y orienten la vida de la Compañía y de los jesuitas.

Poco después de que Pedro Arrupe fuera nombrado General, tuvo la convicción de que era necesario reunir a la Compañía en Congregación para que la renovación del Concilio fraguara definitivamente entre los jesuitas. En 1975 se celebró la CG 32, que ha jugado un papel clave en la Compañía de hoy. Su aportación fundamental consistió en volver a formular con nuevo lenguaje la misión de la Compañía para nuestros tiempos: «la misión de la Compañía de Jesús hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta». Fe y justicia como un binomio al que la Compañía debía dedicarse en cada uno de sus ministerios. Justicia que nace la fe, fe que obra la justicia, dos elementos constitutivos a un tiempo de la misión, en una orden religiosa en la que es precisamente la misión –es decir, la actividad apostólica– la que sitúa en su lugar adecuado todos los aspectos propios de la vida religiosa: la oración, la comunidad, la vivencia de los votos…

Esta opción de la CG fue muy cuestionada, en particular por los sectores más conservadores, pues muchos suponían que se traicionaba a la Compañía de S. Ignacio, aparentemente más dedicada a tareas espirituales. El estudio de las fuentes y de la historia de la Compañía, que ha sido una constante en estas últimas décadas, nos ha permitido comprender que el servicio a los más pobres ha estado presente como parte central de la vida de la Compañía desde sus inicios. Así, la CG 32 explicitó y radicalizó algo que no era del todo nuevo y que nos ha permitido releer hoy nuestro papel en la Iglesia y en el mundo.

La CG 33 se celebró en el año 1983. Fue muy breve, en tiempos de diálogo difícil con la Santa Sede y en ella se eligió P. General al P. Kolvenbach, en sustitución del P. Arrupe, aún vivo, pero impedido para su cargo por enfermedad.

Por último, la CG 34 se reunió en el año 1995. Los jesuitas que en ella se dieron cita se preguntaron si valía la pena mantener la «misión fe-justicia», tras tantos sufrimientos como se habían producido en el interior de la Compañía y ataques por autoridades civiles en muchos países. Los Padres congregados, por unanimidad, confirmaron esta misión, al tiempo que subrayaron la necesidad de llevarla adelante en diálogo con las culturas y con otras tradiciones religiosas. Fue un momento de madurez, en el que se reafirmó una misión que implica una clara opción por los pobres y que nos compromete con una fe que produce obras de justicia.


La Congregación General 35

Dio comienzo en Roma el 7 de enero de 2008 y en ella se reunen 225 jesuitas procedentes de las alrededor de 90 Provincias que existen en la actualidad: el 31% de ellos provendrá de países europeos; el 28% de Asia y Oceanía; el 18% de América Latina; el 15% de América del Norte y el 8% de África.

La Congregación tendrá dos fases. En la primera, llamada «de elección» y la más breve, el actual P. General, el P. Kolvenbach, presentará su renuncia tras veinticuatro años al frente de la Compañía. La Congregación, que podría aprobar o no dicha renuncia, elegirá a su sucesor como Prepósito General de la Compañía.

La elección tendrá lugar tras unos días de oración y la presentación a los congregados de un informe acerca del estado de la Compañía. Cualquier jesuita profeso puede ser elegido y lo habitual es que se encuentre entre aquéllos que asisten a la CG. Esta primera fase durará aproximadamente dos semanas.

La segunda fase está centrada en el tratamiento de cuestiones relevantes para la Compañía. En ella se eligen también a los consejeros del nuevo P. General. Puesto que la Congregación es soberana, no sabemos a día de hoy cuáles serán los temas que finalmente sean debatidos y sobre los que se tome postura.

Sin embargo, tal como hemos mencionado, existe ya un importante número de peticiones a la Congregación procedentes de las Provincias. Son las que hemos denominado postulados. Éstos abordan una gran variedad de cuestiones, pero una comisión previa los ha agrupado en torno a varias grandes temáticas. Son las siguientes: aspectos relativos a nuestra misión, donde se mencionan expresamente los efectos de la globalización, la ecología, la prioridad de nuestra atención sobre África, el diálogo con el Islam, los pueblos indígenas y discriminados, los refugiados y los pueblos desplazados…; la identidad del jesuita en un mundo secularizado y en una Iglesia del laicado; las estructuras de gobierno y el liderazgo necesario para llevar adelante nuestra misión; el voto de obediencia –completando con él los tres votos, ya que los de castidad y de pobreza fueron tratados en la CG 34–; la colaboración en la misión entre jesuitas y laicos; la vida comunitaria, cuestiones de formación de los jesuitas; la promoción vocacional…

Como puede comprobarse son muchos temas. Sólo el propio desarrollo de la propia Congregación podrá decirnos cuáles son finalmente los más relevantes y sobre los que la Compañía desea hoy decir una palabra.

La Compañía de Jesús se reúne a estas horas en Roma para elegir a su nuevo Superior General, conocido como el 'Papa Negrò', es decir, al sucesor de Peter-Hans Kolvenbach, quien tenía previsto presentar su renuncia al comienzo de la Congregación General 35, a la que asistirán 225 jesuitas.

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Aunque se trata de un cargo vitalicio, las Constituciones de la Compañía de Jesús contemplan la posibilidad de renunciar si el General lo considera conveniente. Kolvenbach, después de obtener el consentimiento del Papa y escuchar a sus consejeros y provinciales, "ha decidido presentar su renuncia, aduciendo su avanzada edad y la larga duración de su gobierno, puesto que se encuentra próximo a cumplir los 80 años y su generalato durará casi 25 años", según informa la Compañía de Jesús.

Además, la Congregación tratará temas de interés para la Compañía de Jesús y su misión referidos a los retos que el mundo actual plantea y a los cuales los jesuitas quieren dar respuesta, como la promoción de la justicia, la ecología, la colaboración con los laicos o el diálogo interreligioso, entre otras cuestiones.

La Congregación General es el órgano supremo de gobierno de la Compañía de Jesús, que sólo se convoca para tratar asuntos de especial importancia o para elegir a un nuevo Superior General. En ella participan jesuitas de todo el mundo. Algunos de ellos acuden por el cargo que ocupan, aunque la mayoría han sido elegidos en cada una de las provincias o regiones de la Compañía de Jesús, lo que hace de la Congregación General un órgano representativo del conjunto de los jesuitas del mundo.

De los 225 participantes, 217 podrán votar en la elección del nuevo Superior General, mientras que los ocho restantes intervendrán sólo en la discusión de los diferentes temas que se tratarán en la Congregación. El comienzo de la Congregación General 35 se realiza con la Misa inaugural en la Iglesia del Gesù de Roma. La fecha de su conclusión se desconoce y está en manos de la misma CG.

Al terminar la misa, Kolvenbach se acercó al altar de la iglesia de Jesús, en Roma, donde se guardan la reliquias del fundador de la compañía, san Ignacio de Loyola, y encendió una luz que se apagará cuando concluya la congregación general.

No existen candidaturas y el superior se elige por mayoría y a través del voto secreto, lo que hace que las designaciones se prolonguen durante un tiempo.

Aunque no existan candidaturas, según diversas fuentes, los jesuitas, que perdieron influencia con el papa Juan Pablo II, podrían elegir entre una persona muy próxima al actual Pontífice, en concreto su portavoz, Federico Lombardi, o un representante del Tercer Mundo, no tan apegada a la curia, como Lisbert D'Souza, de origen indio.

El antiguo provincial de Italia, Vicenzo Liberti, dijo que sea quien sea el nuevo "general" de los jesuitas deberá dar continuidad a la labor de Kolvenbach y "reforzar el espíritu misionero de la Compañía de Jesús".

Con el nombre de 'Papa Negrò'se ha conocido siempre a los prepósitos generales de los Jesuitas, debido al gran poder que han disfrutado en la Iglesia y a su hábito de color negro. De hecho, la Compañía de Jesús, con 19.000 miembros, es la orden religiosa más importante por número.