“El carisma de Don Bosco es un don del Espíritu para todo el Pueblo de Dios, pero sólo en la escucha dócil y en la disponibilidad a la acción divina es posible interpretarlo y hacerlo actual y fecundo”. Esto es cuanto el Santo Padre Benedicto XVI pide a los salesianos en el mensaje que ha hecho llegar al Rector Mayor, don Pascual Chávez, en ocasión de la solemne apertura del Capítulo General 26 leído en la sala capitular por el Card. Raffaele Farina, Bibliotecario y Archivista de Santa Romana Iglesia.
“hijos de Don Bosco pertenecen al denso ejército de aquellos discípulos que Cristo ha consagrado para sí por medio de su Espíritu con un especial acto de amor”, afirma el Pontífice recordando que el consagrado está llamado a llegar a ser, como Cristo, signo de contradicción, testigo de un estilo de vida alternativo vigilando ante posibles influjos del secularismo.
Refiriéndose a Don Bosco lo define: como el “santo de una pasión sola: «la gloria de Dios y la salvación de las almas»”; pasión que cada salesiano está llamado a perpetuar conociendo, estudiando, amando e imitando al santo de los jóvenes. El Papa invita a los Salesianos “superar la dispersión del activismo y cultivar la unidad de la vida espiritual por medio de la adquisición de una profunda mística y de una sólida ascética” para alimentar el empeño apostólico y garantizar la eficacia pastoral. La lectio divina, la Eucaristía, una vida sencilla, pobre y sobria ayudarán al salesiano consagrado a robustecer su respuesta vocacional.
A los Salesianos, que deben consumirse por la misma pasión apostólica del fundador, el Papa confía la tarea de la evangelización. “La Iglesia universal y las Iglesias particulares en que están insertos esperan de ellos una presencia caracterizada por un impulso pastoral y por un celo evangelizador audaz”. “La evangelización sea la principal y prioritaria frontera de su misión hoy. Ella presenta compromisos múltiples, desafíos urgentes, campos de acción amplios, pero su objetivo fundamental está en proponer a todos vivir la existencia humana como la ha vivido Jesús. En las situaciones plurirreligiosas y en las secularizadas es preciso encontrar caminos inéditos para hacer conocer, especialmente a los jóvenes, la figura de Jesús, para que sientan su perenne fascinación. Por tanto, debe ser central en su acción apostólica el anuncio de Jesucristo y de su Evangelio, juntamente con la llamada a la conversión, a la acogida de la fe y a la inserción en la Iglesia; de aquí nacen luego los caminos de fe y de catequesis, la vida litúrgica, el testimonio de la caridad activa. Su carisma los pone en la situación privilegiada de poder valorizar la aportación de la educación en el campo de la evangelización de los jóvenes.”
Un apelo ha sido dirigido a la Congregación para que esté atenta a “reforzar la propuesta cristiana, la presencia de la Iglesia y el carisma de Don Bosco” en el viejo continente en el cual la disminución de las vocaciones y los desafíos de la evangelización aumentan. Benedicto XVI invita a los Salesiani a proponer a los jóvenes lo fascinante de la vida consagrada salesiana haciendo referencia explícita también de la figura del Salesiano Coadjutor.
Ha dedicado una mención particular a la Universidad Pontificia Salesiana por su contribución “original y específica” ofrecida hasta hora y por la tarea a la que está llamada el día de hoy en la formación. “El sistema preventivo de Don Bosco y la tradición educativa salesiana impulsarán seguramente a la Congregación a proponer una pedagogía cristiana actual, inspirada en el carisma específico que le es propio. La educación constituye uno de los puntos nodales de la cuestión antropológica actual, para cuya solución la Universidad Pontificia Salesiana no dejará, estoy seguro, de ofrecer una preciosa aportación”.
Al concluir el Papa se dirige a don Chávez: “Señor Rector Mayor, la misión que se ofrece a la Congregación Salesiana es ardua, pero también sublime: en efecto, cada miembro de vuestra gran Familia religiosa está llamado a hacer presente a Don Bosco entre los jóvenes de nuestro tiempo”. E indicando el bicentenario del nacimiento de Don Bosco y cuanto el CG26 deliberará el Pontífice exhorta a los Salesianos a “ser cada vez más «signos creíbles del amor de Dio a los jóvenes» y a hacer en modo que los jóvenes puedan ser verdaderamente esperanza de la Iglesia y de la sociedad”.
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