Las reflexiones del Viacrucis que el Papa presidirá el próximo 10 de abril, Viernes Santo, en las inmediaciones del Coliseo, en Roma, han sido preparadas por Mons. Thomas Menamparampil, salesiano arzobispo de Guwahati, India.
Esta es la segunda ocasión en la que el Santo Padre confía esta responsabilidad a un hijo de Don Bosco. Ya el año pasado el Cardenal Joseph Zen, obispo de Hong Kong, preparó y dirigió las meditaciones entorno a cada una de las estaciones del Viacrucis del Papa, celebración que año con año reúne a un grande número de fieles, sobre todo de jóvenes.
Mons. Menamparampil, en declaraciones referidas por diversos medios católicos, ha manifestado que este servicio suyo al Papa expresa la cercanía del Pontífice para con los cristianos que sufren persecución en la India a causa de su fe.
“En las oraciones –del Viacrucis- meditamos sobre los sufrimientos de Jesús al final de su vida. A través de las oraciones contemplamos los pecados que hemos cometido y por los cuales el mundo sufre. Se concentran en los valores humanos, valores que debemos heredar en vista de crear un mundo pacífico y mejor”. Estas han sido algunas de las palabras con las que el arzobispo de Guwahati ha explicado el sentido de las oraciones del Viacrucis al “Telegraph”, un periódico de su país.
Sobre los textos del Viacrucis que presidirá el Papa el próximo viernes, el arzobispo salesiano ha señalado que para su realización ha querido inspirarse en la esencia de la espiritualidad india la cual, según el prelado, es la “no violencia”.
"Me he dedicado a la reflexión personal para llevar a cabo este encargo tan precioso en unos dos meses, mientras desarrollaba los intensas actividades de evangelización y formación en el territorio de la diócesis y fuera", relata el Arzobispo.
Siempre ocupado por su intensa labor pastoral, Mons. Menamparampil ha explicado también que no ha sido fácil preparar las meditaciones. De hecho –relata- ha tenido que prepararlas aprovechando diversos momentos libres durante sus visitas pastorales, incluso en lugares carentes de electricidad, por lo que algunas meditaciones las ha escrito por las noches a mano en simples hojas de papel.
"a menudo me encontraba en aldeas aisladas, sin estructuras y sin corriente eléctrica. A veces he escrito notas en unas hojas, durante la noche. He intentando sumergirme en la persona de Jesús y, mientras viajaba a causa del trabajo pastoral, he palpado personalmente la agonía de la humanidad de hoy, viendo tantas personas sufrir por enfermedades, hambre, miseria".
En estos tiempos difíciles, prosigue "he tratado de dejarme conducir por la esperanza: a pesar de las trágicas situaciones que encontramos, como cristianos estamos llamados a compartir la esperanza con los débiles y los que sufren. Ésta es nuestra misión".
Además, "he buscado ver el problema del mal, que es parte del combate espiritual de todo cristiano, yo mismo incluido. He tratado de dar respuesta a la pregunta: ¿por qué sufren los inocentes? Y he dirigido la mirada a la Cruz, al Cristo inocente que sufrió por nosotros".
Mons. Menamparampil es reconocido por sus capacidad para promover la paz, actuando incluso en diversas ocasiones como mediador en conflictos entre diversos grupos étnicos o religiosos en su país.
Las meditaciones y los textos del Viacrucis se encuentran publicados en el sitio oficial de la Santa Sede.
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