viernes, 11 de abril de 2008

Fallece la Hna. María Berta Morales Granados HDS


El día de hoy por la mañana murió la Hna. María Berta Morales Granados, primera superiora de las Hijas del Divino Salvador.

La Hna. María Berta, fue también una de las dos fundadoras de su orden.

Nos unimos con nuestras oraciones a las Hijas del Divino Salvador, con la certeza de que la Hermana María Berta, está ya gozando de la plenitud del Padre, y que como Familia Salesiana, tenemos una intercesora más en el cielo.

Conoscamos un poco de su vida:

Entre los años 51 al 55, no recuerdo bien el año se llevó a cabo una misión en el cantón donde yo me crié: Cantón Candelaria jurisdicción de San Jorge, Depto. San Miguel; esta misión la organizó el Rvdo. Padre Amaya, párroco de Chinameca, Depto. San Miguel.

La causa de esta misión era que había muchos hogares en unión libre y deseaban ponerse en gracia de Dios. Para ello llegaron unas religiosas Josefinas, el Padre Amaya y otros sacerdotes.

La casa de mis padres fue la elegida para celebrar la Santa Eucaristía y mantener el Santísimo durante la semana que duró la misión y se lograron muchos matrimonios desde allí comenzó el deseo, yo decía y le pedía de todo corazón a la Santísima Virgen que buscara un lugarcito donde yo fuera solo para su hijo y para ella.

Así pasaron varios años, yo asistía a la escuela de mi pueblo pero siempre con esa idea, en esos años yo había hecho un trato con el Padre Amaya que me llevara a algún lugar para estar con Jesús y María, él accedió y tuvimos varias conversaciones, sin que mis padres se enteraran.

A una de mis hermanas le habían dado permiso de irse con las Josefinas, pero mamá pasado un año le dijo a papá: Yo no regalo a mi hija, ve a traérmela; entonces hasta que un día 03 de Diciembre de 1956, llega el padre a casa y dice: a llevarlas vengo; pero no ya con las Josefinas, sino a una congregación que Monseñor Aparicio está fundando. Mi hermana no tenía problema, porque el permiso de ella estaba en pie; pero para mí sí, papá hizo de todo por detenerme; dijo: ¿Con quién dejas a tu mamá? Yo respondí: con usted. Mamá fue a sacar a mi hermanita que a penas tenía 6 meses de nacida y dice: ¿Con quién dejas la niña? Con usted ¿y no es suya pues?. Me subí al carro que el padre andaba, les dije adiós y partí con lo poco que yo tenía; que no era mucho.

Llegamos como a la 1:00 PM a San Vicente; nos recibió Monseñor Aparicio y dijo: por ahora se quedarán acá; pues la casa donde van a habitar no está lista. Así que ahí estuvimos hasta el 24 de Diciembre de 1956.

De la residencia Episcopal nos llevaron a Santo Domingo donde iban a nacer El Instituto "Hijas del Divino Salvador" (HDS).

A pesar de todas las peripecias sufridas al inicio, le puse gran amor a la obra y me fui quedando junto a otras jóvenes.

De las primeras cinco, solamente quedamos dos que aún estamos en la congregación y así fueron llegando más jóvenes. Al inicio hacíamos votos a Dios en privado o sea sólo ante el Señor Obispo, hasta que el 24 de enero de 1964 se hizo pública la primera profesión religiosa.


¿Quienes son las HIJAS EL DIVINO SALVADOR?

PUES SON PARTE DE LA FAMILIA SALESIANA (MOMENTO PROPICIO PARA DECIR QUE SON 23 GRUPOS OFICIALMENTE RECONOCIDOS)

Las Hijas del Divino Salvador, formaN en la Iglesia un Instituto Religioso femenino de derecho pontificio, dedicado a obras de apostolado.

Con humilde fe y gozosa gratitud reconocen que Dios tomó la iniciativa en el nacimiento de nuestro Instituto.

En un lugar y en una época dominados por el laicismo, un hijo de Don Bosco, Mons. Pedro Arnoldo Aparicio, impulsado por el Espíritu Santo, reunió a nuestras primeras hermanas, les dio el nombre de Hijas del Divino Salvador, en honor al Patrono de la República de El Salvador y las ha lanzado con el espíritu de San Juan Bosco a la educación cristiana de la niñez y juventud, especialmente la más pobre y necesitada, para colaborar en la Iglesia al establecimiento y crecimiento del Reino de Cristo.

Las Hijas del Divino Salvador nacio en una noche de Navidad, en un ambiente popular y para un servicio pastoral al mismo.

Fieles a sus orígenes, realizan su apostolado educativo en sintonía con la pastoral de las Iglesias locales y en sincera colaboración con los obispos y párrocos.

La dimensión fundamental de nuestra misión es la catequesis y la educación, que quiere iluminar con la doctrina cristiana los ambientes populares expuestos al secularismo y a la indiferencia religiosa.

Esto lo hacen ordinariamente en obras como: escuelas, institutos educativos, casas hogar, guarderías, misiones, promoción social, parroquias y diócesis y la oración diaria por la santificación de los sacerdotes.

Su Fundador, hombre fuerte y Obispo de gran celo apostólico, dejó como lema "CRISTO TIENE QUE REINAR" y escogió como patrono de nuestro Instituto al Divino Niño Jesús con la leyenda "YO REINARE".

Esta preciosa herencia suscita y alimenta en nosotras aquella entrega alegre y optimista, aquella caridad pastoral misionera que inspira nuestras obras educativas y nuestra caridad catequística.

Además por haber nacido en una noche de Navidad, el espíritu del "PESEBRE DE BELEN" nos impulsa a llevar al mundo un mensaje de humildad y de pobreza, de armonía y comprensión, de paz y esperanza y según el deseo de nuestro Fundador, todo nuestro porte refleja una actitud de ternura espiritual, que nos hace creativas y fuertes para trabajar incansablemente por el Reino de Dios.

El espíritu del "PESEBRE DE BELEN" alcanza también el trato con la gente entre la que vivimos y trabajamos.
Nada las distancia del pueblo: por su hábito sencillo, por su modo de vivir y trabajar, de relacionarse y compartir, las ven cercanas a ellos, las sienten hermanas y servidoras.

En toda obra de amor no puede faltar la Santísima Virgen María.

El Fundador fue inspirado y alentado por María, Madre de la Iglesia y poderoso auxilio del pueblo cristiano y nos la dejó como Madre y Modelo.

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