viernes, 29 de enero de 2010

Promover auténtico humanismo cristiano en la sociedad, alienta Benedicto XVI

Al recibir hoy, en el día en la Iglesia recuerda a Santo Tomás de Aquino, a los miembros de las Pontificias Academias en ocasión de su sesión pública, el Papa Benedicto XVI resaltó la necesidad de conjugar la fe y la razón humanas para así responder con un auténtico humanismo cristiano a los desafíos de la cultura contemporánea marcada por el relativismo y el subjetivismo.

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Tras saludar a los asistentes y recordar el aniversario de varias de las Pontificias Academias que se celebra este año, el Santo Padre se refirió al tema de la sesión pública de este año: "La formación teológica del presbítero" y destacó que "la cultura contemporánea, e incluso los mismos creyentes, solicitan continuamente la reflexión y la acción de la Iglesia en los diversos ambientes en los que emergen nuevas problemáticas y que constituyen sectores en los que opera".

En estos delicados campos como la investigación filosófica y teológica, la reflexión sobre la figura de la Virgen María, el diálogo entre la fe y el arte, entre otros, prosiguió el Papa, las Pontificias Academias están llamadas a "ofrecer una contribución calificada, competentes y apasionada, para que toda la Iglesia, en particular la Santa Sede, pueda disponer de ocasiones, lenguajes y medios adecuados para dialogar con las culturas contemporáneas y responder eficazmente a las preguntas y desafíos que la interpelan en los diversos ámbitos del saber y la experiencia humana".

Ante una cultura dominada por "el relativismo y el subjetivismo", explicó Benedicto XVI, "aparece como urgente y necesario recrear las condicione esenciales de una real capacidad de profundización en el estudio y la investigación, para que razonablemente se dialogue y eficazmente se confronte ante las diversas problemáticas, en la perspectiva de un crecimiento común y de una formación que promueva al hombre en su integridad y plenitud".

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El Santo Padre exhortó a proponer "una oferta ideal y práctica de valores y de verdad, de razones fuertes de vida y de esperanza, que pueda y deba interesar a todos, especialmente a los jóvenes. Tal esfuerzo debe ser particularmente intenso en el ámbito de la formación de los candidatos al ministerio ordenado, como exige el Año Sacerdotal y como confirma la feliz elección de este tema en su Sesión Pública anual".

Poniendo luego como ejemplo de esta tarea a Santo Tomás de Aquino, el Papa subrayó como el llamado "Doctor Communis" logró establecer una relación fructífera "ya sea con el pensamiento árabe o con el de los judíos de su tiempo y, atesorando la tradición filosófica griega, produjo una extraordinaria síntesis teológica, armonizando plenamente la razón y la fe".

"El pensamiento y el testimonio de Santo Tomás de Aquino, nos sugieren estudiar con gran atención los problemas emergentes para ofrecer respuestas adecuadas y creativas. Confiados en la posibilidad de la ‘razón humana’, en la plena fidelidad al inmutable depositum fidei (depósito de la fe), es necesario –como hizo el ‘Doctor Communis’– contemplar siempre las riquezas de la Tradición, en la constante búsqueda de la ‘verdad de las cosas’".

Por todo esto, concluyó el Papa, "es necesario que las Pontificias Academias sean más que nunca instituciones vitales y vivaces, capaces de percibir agudamente las preguntas de la sociedad y la cultura, las necesidades y las expectativas de la Iglesia, para ofrecer una adecuada y válida contribución y así promover, con todas las energías y medios a disposición, un auténtico humanismo cristiano".

 

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