cuatro horas de vuelo, el Papa Benedicto XVI arribó al aeropuerto Queen Alia de Ammán, Jordania, en la primera escala de su peregrinación a Tierra Santa, que se prolongará hasta el próximo 15 de mayo.
Ante los Reyes de Jordania, Abdalá II y Rania, que lo recibieron en el aeropuerto, autoridades políticas y civiles, los ordinarios de Tierra Santa, los patriarcas y obispos y un grupo de fieles, el Papa aseguró que ha llegado "a Jordania como peregrino para venerar los lugares santos que han jugado una parte tan importante en algunos de los eventos clave de la historia bíblica".
En su primer discurso, el Papa agradeció la "posibilidad de que la comunidad católica de Jordania pueda construir lugares públicos de culto; un signo del respeto de este país por la religión".
En este sentido afirmó que "la libertad religiosa es un derecho humano fundamental y espero y pido con fervor que el respeto de los derechos inalienables y la dignidad de cada ser humano sea cada vez más consolidado y defendido, no solo en Oriente Medio, sino en todo el mundo".
"Mi visita a Jordania me ofrece la grata oportunidad de expresar mi profundo respeto por la comunidad musulmana y de rendir homenaje al papel de guía de Su Majestad el Rey en promover una mejor comprensión de las virtudes proclamadas por el Islam", indicó.
El Santo Padre subrayó que "el Reino de Jordania está en la vanguardia en las iniciativas para promover la paz en Oriente Medio y en el mundo, alentando el diálogo interreligioso, sosteniendo los esfuerzos para encontrar una solución justa al conflicto israelí-palestino, acogiendo a los refugiados del cercano Irak y tratando de frenar el extremismo".
Tras recordar "los esfuerzos pioneros a favor de la paz en la región del anterior rey Hussein", manifestó el deseo de que "sus esfuerzos para la solución de los conflictos en la región sigan fructificando en el esfuerzo por promover una paz duradera y una verdadera justicia para todos los que viven en Oriente Medio".
Refiriéndose al seminario del Foro Católico-Musulmán celebrado en Roma el pasado otoño en el que los participantes examinaron el papel central del mandamiento del amor en las respectivas tradiciones religiosas, el Papa terminó expresando el deseo de que "esta visita y todas las iniciativas para promover buenas relaciones entre cristianos y musulmanes ayuden a crecer en el amor a Dios Omnipotente y Misericordioso, así como en el amor fraterno recíproco".
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