lunes, 10 de noviembre de 2008

Atentado acercó más a Juan Pablo II hacia devoción por Fátima, recuerda Cardenal Dziwisz

El ex secretario de Juan Pablo II y ahora Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, afirmó que el Siervo de Dios se acercó más a la devoción por la Virgen de Fátima luego del atentado del 13 de mayo de 1981, convencido de que Santa María lo protegió del disparo de Alí Agca.

Juan_pablo_II2

"Antes del atentado (Juan Pablo II), no se ocupaba mucho del mensaje de Fátima, pero ciertamente conocía el Santuario y sabía de la devoción a nuestra Señora, muy difundida en todo el mundo", afirmó el Purpurado de visita en Portugal.

Según la prensa, el Arzobispo añadió que "luego del atentado en la Plaza de San Pedro", la actitud del Papa cambió. "Quedó convencido de que Nuestra Señora de Fátima lo salvó y él mismo entró al secreto del mensaje de Fátima", señaló.

JUAN_PABLO_II-15

El Cardenal Dziwisz relató que muchas veces Portugal era tema de conversación entre ambos, y que el Pontífice se acercaba al pueblo portugués especialmente los 13 de Mayo y 13 de Octubre, cuando se dirigía al balcón en la Plaza de San Pedro para rezar y cantar el Ave María.

"Puedo decir que tengo una gran remembranza de las tres visitas del Papa a Portugal" y "no puedo olvidar cuando vino a agradecer a Nuestra Señora de Fátima por su vida", afirmó.

Juan Pablo II, recordó, tampoco podía "dejar de admirar la devoción, oración y capacidad de sacrificio de los peregrinos" por la Virgen de Fátima.

Con respecto al pedido de Santa María de consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón, señaló que este se cumplió con la "presencia de todos los obispos (rusos) en la Plaza de San Pedro" y con el testimonio de muchos obispos del Este de Europa.

"Hoy sabemos que ese cambio fue enorme, la mayor revolución que aconteció en el mundo sin derramamiento de sangre", aseguró.

230

El Arzobispo de Cracovia también destacó que a tres años de su partida "continúa la procesión de personas" hacia su sepultura "para rezar por él".

Juan Pablo II "hablaba poco en los últimos años de vida, pero sentía mucho. Era sensible al sufrimiento de los otros y rezaba por ellos, inclusive hasta durante las audiencias", recordó y añadió, era "un hombre de gran pensamiento y sobre todo de gran oración".

Sobre su beatificación, señaló que "la decisión principal fue tomada, esperamos las señales del Cielo".

No hay comentarios: