Durante la oración del Ángelus, el Papa Benedicto XVI hizo referencia ayer al mediodía en Roma a la inauguración de la 12º Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre “la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia”; y destacó la iniciativa de la televisión italiana de auspiciar una maratón de la lectura de las Sagradas Escrituras.
El Pontífice destacó “el valor y la función de esta particular asamblea de los obispos, elegidos de forma que representen a todo el episcopado y convocados para aportar al Sucesor de Pedro una ayuda más eficaz, manifestando y consolidando al mismo tiempo la comunión eclesial”.
Explicó además que el Sínodo “es un importante organismo, instituido en septiembre de 1965, por el siervo de Dios Pablo VI, durante la última fase del Concilio Vaticano II”; y explicó que su función es “favorecer una estrecha unión y colaboración entre el Papa y los obispos de todo el mundo; facilitar información directa y exacta sobre la situación y los problemas de la Iglesia; favorecer el acuerdo sobre la doctrina y sobre la acción pastoral; afrontar temáticas de gran importancia y actualidad. Distintos cometidos que son coordinados por una Secretaría permanente, que trabaja directamente e inmediatamente dependiente de la autoridad del Obispo de Roma”.
El Santo Padre explicó también el significado etimológico de la palabra griega sýnodos, “que sugiere la idea de ‘hacer el camino juntos’, y esta es precisamente la experiencia del Pueblo de Dios en la historia de la salvación”.
Hablando luego del presente sínodo centrado en la Palabra de Dios, el Papa señaló que “amplia ha sido la participación de las Iglesias particulares en la fase preparatoria, enviando su contribución a la Secretaría de Estado, la cual a su vez ha elaborado el llamado Instrumentum laboris, documento sobre el que se confrontarán los 253 padres sinodales: serán 51 de África, 62 de América, 41 de Asia, 90 de Europa y 9 de Oceanía. A estos se añaden numerosos expertos y auditores, hombres y mujeres, así como los delegados fraternos de otras Iglesias y Comunidades eclesiales y algunos invitados especiales”.
Tras la oración mariana, Benedicto XVI destacó la singular iniciativa que comienza esta noche –hora de Roma-, promovida por la Radio Televisión Italiana, y que se llama “La Biblia, de día y de noche”, que consiste en la lectura ininterrumpida de toda la Biblia durante siete días y siete noches, desde este domingo hasta el próximo sábado 11 de octubre y transmitido por televisión en directo.
“La sede será la Basílica romana de la Santa Cruz en Jerusalén, y los lectores que se relevarán serán casi mil 200 de 50 países distintos, en parte elegidos con criterio ecuménico y muchos inscritos voluntariamente”, dijo el Papa.
“Este acontecimiento se inscribe perfectamente en el Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, y yo mismo daré inicio a la lectura del primer capítulo del libro del Génesis, que será transmitido esta tarde a las siete en el primer canal de la RAI. De esta forma la Palabra de Dios podrá entrar en las casas para acompañar la vida de las familias y de los individuos: una semilla, que si se acoge bien, no dejará de producir abundantes frutos”, concluyó.
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