El último día del viaje del Rector Mayor ha sido completamente dedicado a los Salesianos de Haití. Encuentro con el Consejo de la Visitaduría, Eucaristía y entrega de los compromisos, han sido los momentos principales.
El último día del viaje de Don Pascual Chávez Villanueva a la Visitaduría "Beato Don Felipe Rinaldi" de Haití ha sido abierto con una breve visita a la escuela salesiana primaria adyacente a la obra de Pétion-Ville. En los patios de esta estructura, golpeados por el terremoto sòlo en la escalera externa del instituto, son acogidos en carpas 200 familias.
Se ha realizado un encuentro del Consejo. El Rector Mayor ha confiado al Superior local, don Sylvain Ducange, la tarea de hacer operativa la prioridad indicada el día anterior durante el encuentro con la Familia Salesiana: la educación. Haciendo el censo de las obras golpeadas por el terremoto ha sido trazado un programa que tendrá en cuenta los trabajos a realizar y las reubicaciones.
Breve y significativo ha sido el encuentro con el responsable de la Protección Civil italiana en Haití, Luigi D’Angelo. Se han compartido tiempos y modalidad de restablecimiento de la obra Enam para que pueda encaminarse la fase de reorganización y reconstrucción.
Haciéndose eco de las lecturas de la liturgia del día, el Rector Mayor ha dicho a los Salesianos de Haití reunidos en la obra de Pétion-Ville, en el curso de una celebración eucarística simple e intensamente participada, de no asumir la actitud de los fariseos que pidieron a Jesús un signo de la presencia de Dios. "¡Ya están las señales de su presencia!". El sufrimiento y la muerte encuentran su claridad en el signo de la Cruz. "¡Veo ya las signos de una nueva realidad! ¡Las señales de solidaridad que se han creado en la Congregación y junto a ella expresan una realidad que vive, sufre y comparte unánimemente! ¡No están solos!". Como testimonio, Don Chávez ha citado las pequeñas contribuciones y las colectas llegadas a él de parte de algunas de las obras más pobres de la Congregación para Haití.
A los Salesianos de Haití ha pedido ser los sensores de la historia, capaces de percibir las necesidades y los problemas de la gente y de la sociedad; los centinelas del mañana que sepan esperar y favorecer el nacimiento de un nueva era para el país y profetas de Dios para anunciar su Palabra.
En el curso de la eucaristía han sido recordados, y se ha rezado por ellos, los Salesianos, los jóvenes fallecidos bajo los derrumbes.
Cerca del mediodía el Rector Mayor ha participado telefónicamente en un encuentro que su Vicario, don Adriano Bregolin, estaba realizando con un grupo de empresarios de la ciudad de Pavía dispuesto a intervenir con proyectos dirigidos. En el curso del breve enlace Don Chávez ha descrito la realidad visitada y las urgencias sociales y humanitarias de la gente de Haití.
Antes de dejar Pétion-Ville, el Rector Mayor ha comunicado a los Salesianos las elecciones operativas que de acuerdo con el Consejo de la Visitaduría fueron tomadas por la mañana. Un aplauso se ha dirigido a aquellas obras que han acogido a los evacuados. Algunas tendrán que ser repensadas y recolocadas, pero la prioridad es repartir con la propuesta educativa. Enam será rediseñado y tendrá que tener un centro juvenil para que sea un "pulmón social al servicio del territorio de Cité Soleil y una propuesta educativa más amplia".
Don Chávez ha remarcado que la dificultad no consiste en reconstruir las paredes derrumbadas, "sino en transformar la mentalidad de la gente haitiana. Los Salesianos somos educadores. A vosotros la tarea de colaborar en este cambio". "¡Es la hora de arremangarse las camisas!", ha concluído el Rector Mayor.
Sentido y emocionado ha sido el agradecimiento del Visitador don Sylvain Ducange, "Gracias por su presencia, por su palabra, por su estímulo", un gracias que ha sido extendido a todos los miembros del Consejo y a los Salesianos de toda la Congregación.