En su visita a la localidad italiana de Brindisi, el Papa Benedicto XVI recordó a la juventud que "sois el rostro joven de la Iglesia; no dejéis de ofrecerle vuestra aportación para que el Evangelio que proclama se difunda por doquier. Sed apóstoles de vuestros coetáneos".
El Santo Padre afirmó también a los jóvenes que "conozco en particular el peso que grava sobre tantos de vosotros y sobre vuestro futuro debido al fenómeno dramático del desempleo. Del mismo modo sé que vuestra juventud está asediada por la lisonja de fáciles ganancias, de la tentación de refugiarse en paraísos artificiales o de formas distorsionadas de satisfacción material".
"No sucumbáis a las insidias del mal! Buscad ante todo una existencia rica de valores, para dar vida a una sociedad más justa y abierta al futuro. Depende de vosotros que el progreso llegue a ser un bien para todos. Y el camino del bien tiene un nombre: amor", precisó el Papa.
Seguidamente destacó que "el amor de Dios tiene el rostro dulce y compasivo de Jesucristo. Este es el centro del mensaje cristiano: Cristo es la respuesta a vuestras preguntas y problemas. Seguidlo fielmente y para encontrarlo amad a su Iglesia, sentíos responsables de ella, no huyáis de ser, cada uno en su ámbito, protagonistas decididos".
Benedicto XVI también hizo un llamado a defender la vida y la familia, ante el "ataque de numerosas fuerzas que intentan debilitarla. ¡Qué necesario y urgente es, también frente a estos retos, que todas las personas de buena voluntad se comprometan a salvaguardar a la familia, base sólida sobre la que construir la vida de toda la sociedad!".
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