El Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, Mons. Guido Marini, explicó que los distintos ornamentos y vestiduras litúrgicas antiguos que utiliza el Papa Benedicto XVI "intentan subrayar la continuidad de la celebración litúrgica actual con la que ha caracterizado en el pasado la vida de la Iglesia. La hermenéutica de la continuidad es siempre un criterio exacto para leer el camino de la Iglesia en el tiempo. Esto vale también para la liturgia".
En una entrevista realizada por Gianluca Biccini para L'Osservatore Romano, Mons. Marini señala que "como un Papa cita en sus documentos a los Pontífices que lo han precedido, para indicar la continuidad del Magisterio de la Iglesia, así en el ámbito litúrgico, un Papa usa también vestiduras litúrgicas y suplementos sacros de los Papas que lo han precedido para indicar la misma continuidad en la lex orandi".
"Quisiera hacer notar que el Papa" Benedicto XVI "no usa siempre vestiduras litúrgicas antiguas. Con frecuencia usa las modernas. Lo importante no es tanto la antigüedad o la modernidad, sino la belleza y la dignidad, componentes importantes de toda celebración litúrgica", precisó.
Al contestar la pregunta de Biccini sobre el hecho de algunos acusan al Papa Benedicto XVI de imponer "modelos preconciliares", Mons. Marini afirma que "términos como 'preconciliar' o 'postconciliar' utilizados por algunos pertenecen a un lenguaje actualmente superado y que, cuando usados con el intento de indicar una discontinuidad en el camino de la Iglesia, considero que son errados y típicos de visiones ideológicas muy reductivas".
Asimismo, añadió que "existen cosas antiguas y cosas nuevas que pertenecen al tesoro de la Iglesia de siempre y que como tales son consideradas" y que "no todo lo que es nuevo es verdad, como tampoco lo es todo lo antiguo. La verdad atraviesa lo antiguo y lo nuevo y es a ella adonde debemos tender sin prejuicios".
Al hablar luego del báculo dorado en forma de cruz griega que utiliza últimamente el Santo Padre, el sacerdote destacó que esta elección "no significa simplemente un retorno a lo antiguo, sino que es testimonio de un desarrollo en la continuidad, un enraizamiento en la tradición que consiente proceder ordenadamente en el camino de la historia" y resaltó además que "resulta más ligero y manejable", un elemento de practicidad que no se debe dejar de tener en cuenta.
Seguidamente, al explicar los cambios en el palio que usará Benedicto XVI este 29 de junio cuando imponga esta misma vestidura a 41 arzobispos en la Basílica Vaticana, el presbítero indicó que "se trata del desarrollo de la forma del palio latino utilizado hasta Juan Pablo II", que ahora tendrá forma circular cerrada, con dos capas que penden del medio del pecho y del dorso; y que será más ancho y más largo.
Para el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, "la Iglesia vive según la ley de la continuidad en virtud de la cual conoce un desarrollo enraizado en la tradición. Entonces lo que de verdad importa es que todo concurra para que la celebración litúrgica sea verdaderamente celebración del misterio sacro, del Señor crucificado y resucitado que se hace presente en su Iglesia reactualizando el misterio de la salvación y llamándonos, en la lógica de una auténtica y activa participación, a participar hasta las extremas consecuencias de su misma vida, que es vida del don de amor al Padre y a los hermanos, vida de santidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario