Ayer el Papa Benedicto XVI recibió al Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en los jardines vaticanos, según un protocolo particular para expresar su gratitud por el recibimiento que tuvo en su reciente visita a la nación norteamericana.
Una bienvenida sin precedentes en la tranquilidad de los Jardines del Vaticano, poco antes de que el presidente estadounidense reanude su gira europea para conseguir apoyos a su campaña de sanciones contra Irán.
Bajo estrictas medidas de seguridad, Bush fue conducido desde el bullicioso centro de Roma al idílico entorno papal. Mientras los pájaros gorjeaban, los dos líderes entraron en una restaurada torre medieval y mantuvieron una conversación privada durante 30 minutos.
"Todo un honor, todo un honor", dijo Bush al Papa.
Después de la reunión en la torre, se pararon en una terraza para contemplar la vista de las 44 hectáreas de cuidados jardines, edificios y antiguos muros y la Basílica de San Pedro que conforman la Ciudad del Vaticano.
Bush preguntó: "¿Cómo es de grande?" Un ayudante del Vaticano respondió: "No tan grande como Texas". Entonces Bush dijo: "Sí, pero es más importante... esto es espectacular".
La charla en la torre, el paseo por los jardines y la visita a la Capilla Sixtina, donde se sentaron en sillas de madera, fueron una ruptura con el protocolo normal.
Fue la primera vez que un encuentro con un jefe de Estado en el Vaticano no se celebraba en el estudio privado del Papa y al parecer fue para devolver a Bush la calurosa recepción que ofreció al Papa en el jardín de la Casa Blanca en abril con motivo de su 81º cumpleaños.
La seguridad alrededor del Vaticano era extrema, con policía alineada en las calles, tiradores de élite en los edificios próximos e incluso calles secundarias cerradas por si Bush tuviese que abandonar con urgencia el área por una ruta alternativa.
El jefe de seguridad de El Vaticano, Domenico Giani, dijo al diario de la Santa Sede esta semana que se habían creado dos unidades antiterroristas en el mini Estado y que trabajarían conjuntamente con la seguridad italiana y estadounidense durante la visita.
El predecesor de Benedicto, Juan Pablo II, tuvo un papel destacado en la campaña contra la invasión de Irak por parte de EEUU en 2003, pero Bush y el actual Pontífice coinciden en muchas cuestiones morales, como el aborto, el matrimonio homosexual y la investigación con células madre.
Una portavoz de la Casa Blanca dijo que Bush y Benedicto habían "establecido una buena relación" lo que les había permitido abordar una serie de cuestiones que incluían el sida, África y la lucha contra la pobreza.
El mandatario llegó acompañado de su esposa Laura y de la Embajadora de su país en el Vaticano, Mary Ann Glendon.
Según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa recibió al mandatario en la entrada de la Torre de San Juan, en los jardines vaticanos; tras lo cual, Benedicto XVI y Bush "han subido al estudio del primer piso para el encuentro privado, mientras Laura y la embajadora Glendon esperaban con el Arzobispo James Michael Harvey, Prefecto de la Casa Pontificia. Sucesivamente ha llegado el Cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone".
Tras expresarle su gratitud por la acogida en Estados Unidos, el Pontífice agradeció también "el compromiso en la defensa de los valores fundamentales". Durante el encuentro privado han tratado algunos "temas principales de política internacional: las relaciones entre Estados Unidos y Europa, Oriente Medio y el empeño por la paz en Tierra Santa, la globalización, la crisis alimentaria y el comercio internacional, la puesta en práctica de los Objetivos del Milenio".
"Al finalizar el encuentro, después del intercambio de regalos, Benedicto XVI y el presidente Bush han dado un breve paseo por los Jardines Vaticanos hasta la Gruta de la Virgen de Lourdes, donde se han unido a ellos la esposa del Presidente Bush y el séquito.
El Coro de la Capilla Sixtina ha interpretado dos motetes", finaliza el comunicado.
1 comentario:
Llego el Viernes 20 tarde... nos vemos el sabado en misa de 5:30PM en el Rical? me regreso el domingo...
Saludos,
Mario.
1st Bishop of Jerusalem.
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