El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone sdb, señaló en la Misa que celebró en la Basílica de San Pedro hoy en ocasión de su 50° aniversario de ordenación sacerdotal, que la misión del presbítero es "hacer descender el cielo a la tierra, de lograr la comunión de los hombres y mujeres con Dios".
En su homilía, el Purpurado explicó que la misión sacerdotal "consiste en dar esperanza a la gente, anunciar que Dios es bueno, en aliviar las penas de quien está afligido, en reclamar el sentir del cielo a quien está abrumado por las tribulaciones de la tierra".
"Como sacerdote y como obispo he experimentado muchas veces la belleza y la fuerza del Evangelio de Jesús, que es realmente capaz de cambiar la vida de las personas. Para entender la vida de un sacerdote, no es tan necesario preguntarse: ‘¿qué cosa hace el sacerdote?’ sino ‘¿quién es el sacerdote?’. Y la respuesta es siempre solo una: el sacerdote es un enamorado de Jesucristo, su amigo. También yo he experimentado en estos 50 años una medida creciente, que el sacerdocio es una relación de íntima amistad con Jesús. Esta divina presencia me ha acompañado y protegido siempre".
Como "luminoso ejemplo" del sacerdocio el Cardenal Bertone se refirió al Papa Benedicto XVI que "en la afanosa vorágine del mundo hodierno, con frecuencia sumido en la superficialidad, invita a todos, pero especialmente a nosotros los sacerdotes, a la reflexión, a la profundización de la fe en una relación de amistad con Jesús, e indica la comunión eclesial como fundamento para un incisivo testimonio evangélico".
"Cuando pienso en la Iglesia –continuó– me viene a la mente los rostros y los nombres de tantas personas que he conocido, apreciado y que me he esforzado por servir con mi sacerdocio: obispos amados y tantos sacerdotes ejemplares, religiosos y religiosas fieles, laicos generosos y esforzados, familias unidas que dan testimonio del amor, jóvenes y ancianos, humildes y poderosos de la tierra, hombres y mujeres en Italia y en todo continente, felices de haber elegido a Cristo y su Evangelio".
Al finalizar su homilía, el Cardenal Bertone se refirió a que "cuando hace 50 años fui ordenado sacerdote, como todo salesiano de Don Bosco estaba pronto a emprender la misión en medio de los jóvenes. Esto sucedió en verdad, pero en un contexto lleno de respiro eclesial: la Pontificia Universidad Salesiana, en la que he dedicado con pasión mis energías. Luego llegaron otras responsabilidades, que me hicieron amar a las Iglesias particulares a las que fui enviado y, con ellas, siempre más a la Iglesia universal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario