Tras un breve periodo de reposo iniciado el pasado 13 de julio, el Papa Benedicto XVI deja hoy el chalet de Les Combes de Introd para dirigirse a la residencia veraniega de Castelgandolfo, en donde permanecerá hasta los primeros días de octubre.
Según informa la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre irá en helicóptero desde Les Combes, en el Valle de Aosta hasta el aeropuerto de Torino-Caselle; desde donde seguirá en avión hasta el aeropuerto de Roma-Ciampino.
Tras su llegada, se dirigirá en auto hasta Castelgandolfo, en donde transcurrirá la segunda parte del verano; para también recuperarse de la leve fractura que sufriera en la mano derecha tras la accidental caída. Según los médicos que le realizaron la última revisión el Santo Padre se está recuperando muy bien.
Al despedirse esta mañana del personal que lo sirvió en la residencia de Les Combes de Introd, el Papa Benedicto XVI comentó sobre su leve fractura en la mano derecha que tal vez su Ángel de la Guarda estaba siguiendo “órdenes superiores” al permitir que le ocurriera este infortunio, para enseñarle a tener “más paciencia y humildad”.
Al finalizar sus breves palabras de despedida, reproducidas por Radio Vaticana, al personal de Les Combes, el Santo Padre dijo que su Ángel de la Guarda “no ha impedido mi infortunio, siguiendo ciertamente ‘órdenes superiores’. Tal vez el Señor quería enseñarme a tener más paciencia y humildad, darme más tiempo para la oración y la meditación”.
El Papa Benedicto XVI sufrió una caída accidental al buscar el interruptor de la luz de su cuarto en la mencionada residencia, luego de la cual tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y enyesado. Según los últimos informes médicos, su recuperación avanza bastante bien.
Al casi centenar de personas que de una u otra forma han colaborado para la buena marcha de su periodo de reposo en la residencia de Les Combes de Introd, el Papa Benedicto XVI les agradeció de corazón y les dijo que han sido todos como “ángeles invisibles y eficientes”.
Desde el balcón donde recitó el Ángelus el domingo 26 de julio, tras haber saludado previamente a 35 salesianos que estaban en la zona, el Santo Padre se dirigió a los policías, los miembros de la protección civil, los bomberos, los gendarmes y el personal de los Servicios Sanitarios del Vaticano a quienes les dijo: “queridos amigos, al final de estas dos semanas de vacaciones, puedo deciros de todo corazón ‘gracias’ a ustedes por vuestro servicio tan competente, discreto y eficiente”.
“Han sido como los ángeles: los ángeles con invisibles, pero al mismo tiempo eficientes. Así lo han hecho ustedes también. Fueron invisibles para mí, pero siempre eficientes”, añadió.
En un ambiente de alegría, explica Radio Vaticana, Benedicto XVI comentó haber pasado un buen periodo de reposo inmerso en una “paz celeste”, un silencio interrumpido por “los sonidos del Creador” como los de los pájaros.
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