Un error que solemos cometer los catequistas: NO TENER TESTIMONIO DE VIDA.
Hace algún tiempo en dado una formación a los jóvenes que se preparaban para ser pastores pregunte:
¿Qué es lo que más les molesta de sus formadores?
Me dieron 3 respuestas muy objetivas e interesantes:
1.- LA IMPUNTUALIDAD.
Este es uno de las debilidades que tenemos, y es que la impuntualidad no solamente es al comenzar, sino al terminar.
Es decir, debemos de planificar nuestras reuniones de tal manera que comencemos a la hora fijada, si decimos a las 3:00 a esa hora debemos de estar listos y comenzar, paro también debemos de planificar para terminar a la hora que hemos dispuesto terminar.
Cuando terminamos tarde nuestra catequesis generalmente llegamos tarde a la Eucaristía, la consideramos en nuestra planificación pero pocos consideran el tiempo que necesitan para desplazarse del salón o lugar donde están al templo, la Eucaristía debe de ser el Centro de toda Catequesis.
Igual en reuniones de Cenáculo nunca se puede comenzar a la hora estipulada, porque todos llegamos tarde y nos ampliamos hablando y tampoco se logra terminar a la hora, como consecuencia generamos más problemas de los que queremos resolver pues no logramos consenso para aprobar las cosas, aquí nos falta el COLOQUIO.
Y eso también lo estamos enseñando de manera directa a los demás con nuestro testimonio.
2.- QUE NO PREPARAN LAS COSAS QUE NOS VAN A A DAR.
Solemos tener el mal habito de improvisar en el camino, si bien es cierto que la improvisación es parte de la tarea creativa, no debe ser parte de la planificación de la catequesis.
Por eso nuestras reuniones se alargan, pues no preparamos con tiempo nuestras cosas, y así no somos eficaces al evangelizar.
También al no prepararnos perdemos credibilidad ante nuestros catecúmenos, pues como dice el dicho: "HAZ FAMA Y ECHATE A DORMIR", no le damos la respuesta que el joven busca y no somos instrumentos de Dios en la Evangelización.
Dejan de creernos y al pasar eso dejan de asistir a la catequesis pues ya no hay nada de interés para el joven, y esto ocurre no solo en niveles iniciales, sino en los niveles más altos.
Y es que la preparación no solamente es a nivel académica sino espiritual, Confesión y Comunión decía Don Bosco, recordemos que NADIE DA LO QUE NO TIENE.
3.- QUE NO TIENEN TESTIMONIO DE VIDA.
Por consecuencia de lo demás dejamos de tener ese testimonio que arrastra más que nuestras palabras y nos convertimos en otro joven más, con el pecado que somos los que estamos formando.
La iniciativa la debemos de tener nosotros, y si no nos sentimos con alegría y hay algo que nos turba debemos de buscar ayuda, en el Sacerdote, en el guía espiritual, muchos dicen que los Salesianos no son accesibles, yo creo que no les damos el trabajo que se merecen y no hemos logrado llamar su atención y su cariño.
El sacerdote necesita trabajar, es decir tener a quien confesar, pero somos nosotros los que lo tenemos que buscar, pues es nuestro corazón que nos debe de decir no estoy en paz con Dios, por consecuente no estoy en paz conmigo mismo.
No debemos hablar mal de los otros hermanos ni verlos como enemigos, procuremos siempre hacer el bien.
En nuestra familia ese cambio también tiene que verse pues pertenecemos al equipo de Jesús, equipo que nunca falla, en una ocasión recuerdo que mi buen amigo Mario Cuellar me dio el siguiente consejo: TODO LO QUE HAGAS TIENE QUE SERVIRTE PARA EVANGELIZAR, UN CHISTE, UNA PELICULA, UNA BROMA, TODO ESO DEBE DE SERVR PARA EVANGELIZAR.
Entonces mis queridos jóvenes, hoy que comienzan esta experiencia de ser Catequistas Pastores procuren no tener estas 3 debilidades y a quienes crean tenerlas también hay tiempo para rectificar.
Que todo sea para gloria de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario