Al encontrarse este domingo con un grupo de niños que se preparan para hacer en pocas semanas la primera Comunión, Benedicto XVI sonriendo les dijo que lo importante es recibir a Jesús en el corazón, y no la fiesta o el banquete.
Al final de su visita a la parroquia romana del Santo Rostro de Jesús, en el barrio de la Magliana, donde muchas familias, entre las que no faltaban inmigrantes, experimentan duramente los efectos de la crisis, el pontífice quiso mantener un encuentro reservado a los pequeños.
Era una mañana de lluvia y la iglesia era incapaz de acoger a todos los parroquianos.
"Queridos niños, ante todo ¡feliz domingo! Estoy feliz de estar con vosotros, aunque el tiempo es malo y nos hemos levantado una hora antes...", dijo sonriendo, haciendo referencia al cambio de hora de verano que adoptaron en esa noche varios países europeos.
"Me han dicho que os preparáis para la primera Comunión: el encuentro con Jesús... claro está, ¡feliz fiesta de primera Comunión!", les deseó.
"El centro de la Comunión no es el banquete, sino que será el mismo Jesús. Pero bueno, el banquete puede ser también bueno...".
Por último, el obispo de Roma dejó esta consigna a sus pequeños fieles diocesanos: "¡Rezad por mí, yo rezo por vosotros!".
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