Al finalizar el concierto ofrecido en su honor a cargo de la Orquesta Filarmónica de Viena, realizado en la Basílica de San Pablo de Extramuros como parte de las celebraciones por el Año Paulino, el Papa Benedicto XVI destacó que la música tiene la capacidad de transmitir "una visión religiosa de la vida y la historia".
Al finalizar el concierto al que asistieron el Pontífice y los obispos que participan del Sínodo sobre la Palabra de Dios en el Vaticano, Benedicto XVI comentó la sexta sinfonía de Anton Bruckner interpretada por la Filarmónica de Viena.
"Anton Bruckner, inspirándose en el barroco austriaco y en la tradición schubertiana del canto popular llevó, podríamos decir, a las extremas consecuencias el proceso romántico de interiorización", dijo el Papa.
Seguidamente, Benedicto XVI manifestó que "escuchando esta célebre composición en la Basílica dedicada a San Pablo es espontáneo pensar en un pasaje de la Primera Epístola a los Corintios en la que el Apóstol, después de haber hablado de la diversidad y de la unidad de los carismas, compara la Iglesia con el cuerpo humano, formado por miembros muy diversos entre sí, pero todos indispensables para su buen funcionamiento. También la orquesta y el coro están formados por instrumentos y voces diferentes que, afinándose unos con otros, ofrecen una melodía armoniosa, agradable al oído y al espíritu".
El Papa concluyó indicando su deseo que la Basílica de San Pablo Extramuros, "donde están custodiados los restos mortales del Apóstol de las gentes, sea verdaderamente un fulcro de iniciativas litúrgicas, espirituales y artísticas, encaminadas a redescubrir su obra misionera y su pensamiento teológico".
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