Hace 23 años celebrábamos el primer cenáculo Intimo de Iglesia Joven, por primera vez la dirigencia completa se reunía y no para planificar sino para ponerse en manos de Dios.
Celebrando las fiesta de PEDRO Y PABLO, 49 jóvenes todos varones, nos reunimos en la entonces casa de retiro AGAPE, en Sonsonate, y durante 2 días tuvimos la oportunidad de conocernos y como dije antes ponernos en manos de Dios.
De la mano del Padre Coro, nos dejamos guiar a la luz del Espíritu Santo, en ese momento éramos unos jovencitos entre los 16 y los 19 años, sin mucha experiencia en pastoral.
Solamente queríamos ofrecer lo único que teníamos: NUESTRAS VIDAS, ofrecerlas a Dios y que el las tomara para evangelizar a otros jóvenes igual que nosotros.
Sin duda ese momento marco nuestras vidas, y hoy 23 años después la sigue marcando.
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